Romanos y castrexos despidieron con discreción una edición más virtual que presencial a causa del covid
28 jun 2020 . Actualizado a las 20:03 h.El Arde Lucus 2020 bajó el telón. Lo hizo con discreción, la tónica que ha presidido esta edición de transición cuyo objetivo era mantener viva la llama de la fiesta, pero evitando cualquier frivolidad que pudiese poner en riesgo la contención del coronavirus.
La Cohors III Lucensium y la Guardia Pretoriana volvieron a salir a la calle. Lo hicieron a mediodía para dejar constancia ante la Mosqueira de este Arde Lucus de mascarillas. Hubo foto de familia con distancia y una gran pancarta con el lema de este año. Por la tarde continuaron las bodas celtas y el Clan de Breogán dejó su huella en el casco histórico.
Ni romanos ni castrexos se prodigaron más en Lucus Augusti. Todos asumieron que la fiesta de recreación histórica debía tomarse un paréntesis para regresar con más fuerza en el 2021. Hasta entonces, la llama seguirá viva.
