La entidad defiende la sencillez de su modelo de productos financieros
19 mar 2021 . Actualizado a las 11:26 h.Caixa Rural Galega aumentó sus beneficios el año pasado pese a la pandemia. En un contexto marcado por el expansión del coronavirus y por la contracción de la actividad económica, la entidad incrementó su beneficio neto un cuatro por ciento, pasando de los 5,54 millones del 2019 a los 5,75 del 2020.
Apartados como los de créditos a los clientes, depósitos de la clientela y activos totales demuestran que el 2020 fue un año de aumento. Los primeros se incrementaron un 24 % (se llegó a 691.535 euros, frente a los 555.739 del 2019); los segundos crecieron un 19 %, y los terceros, un 23 %. Los aumentos en depósitos y en créditos son particularmente valorados por el equipo directivo que encabeza Manuel Varela, porque, dice, refrendan un modelo de negocio basado en una propuesta de productos sencillos, con trato personalizado y con moderación en el cobro de comisiones.
Pagos adelantados
Por otro lado, se han tomado medidas para adelantar el pago de los ERTE y prestaciones de desempleo a los trabajadores afectados para evitar así que los retrasos del SEPE afectasen a la percepción de ingresos. También se han concedido, a empresas y a particulares, moratorias por valor de once millones de euros. Aunque las circunstancias económicas reflejan una reducción del PIB, Caixa Rural consiguió en el 2020 reducir la cifra de morosidad y situarla en el 3,5%, lo que supone una mejora de un punto frente a lo alcanzado el año anterior. La entidad tiene abiertas en la actualidad 47 oficinas, las mismas que en el 2019, y una plantilla de 155 trabajadores.