Rubén Albés, el más joven en dirigir en categoría nacional, afronta sin margen de error en el Lugo su desafío en una categoría que solo conoce como ayudante
20 abr 2021 . Actualizado a las 21:01 h.El sustituto de Luis César dirigió ayer la primera sesión de entrenamiento de un equipo al que la soga le aprieta cada vez más y al que llega para afrontar el mayor reto de su corta pero intensa carrera como técnico, que inició en el Burjassot valenciano convirtiéndose en el entrenador más joven -tenía 25 años- en dirigir en categoría nacional.
Descartados Ricardo Caruso y Milinko Pantic, los otros dos candidatos que contemplaba el club, la última esperanza de Tino Saqués para evitar un descenso que a día de hoy parece irremediable volvió a España hace tres meses después de probar suerte en la Primera División rumana, donde llevó el timón del Hermannstadt desde junio del 2020 hasta el pasado mes de enero. Albés, uno de los alumnos aventajados de la última hornada de entrenadores gallegos, luce un currículo en el que su paso por la Segunda División es testimonial y se ciñe a la etapa en la que ejerció de ayudante de Miguel Ángel Portugal en el Real Valladolid en la temporada 2015-2016. Años antes, entre enero y septiembre del 2012, había desempeñado el mismo cargo en el Wydad de Casablanca junto a Benito Floro.
Tras ese estreno en el Burjassot, con el que consiguió el récord en precocidad, y un año en Tercera al frente el Novelda, el resto de la trayectoria del estratega olívico en España ha discurrido en la categoría de bronce. En Segunda División B dirigió al Eldense, al Valladolid B -en dos etapas-, al Celta B y al UCAM Murcia. El equipo alicantino apostó por él en marzo del 2015 para evitar el descenso y Albés dejó el cargo a final de temporada con el deber cumplido después de batir al Avilés en el decisivo play-out.
Su siguiente destino fue Pucela, donde enseguida se ganó la confianza de los dirigentes que vieron en él un magnífico ayudante para el primer equipo y le devolvieron el mando del filial en el siguiente curso, en el que estuvo a punto de lograr la clasificación para la promoción de ascenso a Segunda División.
Profeta en su tierra
Tras un lustro en la diáspora, Albés regresó a Vigo en el verano del 2017 tentando por la propuesta del Celta B, en el que ya tuvo a sus órdenes al ahora jugador del Lugo Diego Alende. Su primera temporada en el banquillo céltico fue brillante. El equipo acabó cuarto la liga regular y en la promoción de ascenso apeó al Marbella en los cuartos de final y fue eliminado por el Cartagena en la semifinales. Un año después, el objetivo sería la permanencia y Albés la festejó en una eliminatoria con el Alcoyano.
Su experiencia más frustrante hasta el momento la vivió en el UCAM Murcia. Salió del equipo tras 1 victoria, 4 empate y 2 derrotas en siete partidos.
El Club Deportivo Lugo le ofrece ahora la posibilidad de convertirse en héroe y dar más lustro a su currículo.