Así ha quedado la reforma del histórico edificio del Fogar de Santa María de Lugo
LUGO
La Diputación, que ha invertido 1,78 millones, traslada al inmuebe varios servicios provinciales
21 sep 2021 . Actualizado a las 20:31 h.El Fogar de Santa María ya funciona como edificio administrativo de la Diputación de Lugo. El presidente provincial, José Tomé, visitó ayer la remodelación integral de este inmueble histórico, donde quedaron integrados los servicios de Recadación, Medio Ambiente, Cooperación cos Concellos, Formación y Asesoría Xurídica. El mandatario mantuvo un encuentro con los funcionarios y conoció por dentro cómo habían quedado las obras de reforma y el traslado de los diferentes departamentos.
La Diputación invirtió 1,78 millones de euros en la rehabilitación de los pabellones 1 y 2 del antiguo hospital. «Con estas instalacións ofrécese xa un mellor servizo á cidadanía, tanto pola propia localización e características das novas dependencias, como polas mellores condicións de traballo do persoal da Deputación. Aquí teñen un espazo amplo, luminoso, confortable, funcional e deseñado ao detalle para cumprir coas necesidades administrativas dos diferentes servizos que trasladamos desde o Pazo de San Marcos, o edificio de sindicatos e o local situado na calle Tui», explicó Tomé, quien estuvo acompañado por los diputados responsables de las áreas de gobierno con dependencias en el edificio: Pilar García, Pablo Rivera, Mayra García, Roberto García, Xosé María Arias, Ana González Abelleira, José Luis Raposo y Roberto Fernández.
Tomé explicó que una vez realizada la demolición interior, se hizo un nuevo proyecto «para manter este edificio senlleiro e histórico da cidade de Lugo e da provincia, pasando do arranxo contemplado nun primeiro momento á recuperación integral de dous edificios». José Tomé explicó que «nesta actuación utilizáronse materiais que permitiron actualizar estas instalacións respectando a súa tipoloxía».
La Diputación, dijo, adaptó un edificio catalogado al uso de la administración provincial, conservando las fachadas y los elementos estructurales originales, realizando una nueva distribución y renovando las instalaciones, garantizando la accesibilidad. Las fachadas exteriores se conservaron en su totalidad, sustituyendo la carpintería de madera por otra de aluminio, con despiece y color idénticos, buscando mantener la estética, mejorar el ahorro energético y el aislamiento térmico.
Cómo es la distribución por departamentos
El interior de ambos pabellones se demolió prácticamente en su totalidad y en ambos casos se aprovechó la planta baja y la primera para usos administrativos, mientras que el bajo cubierta se utilizó para archivo y otras necesidades. En la planta baja del pabellón 1, con una superficie útil de 684 metros cuadrados, se sitúa el servicio de Recadación. En el primer piso, de 739 metros cuadrados, se instaló Informática de Recadación, Cooperación e Asistencia aos Concellos, Medio Ambiente y la sección de Formación. En el pabellón 2, con 338 metros en cada una de sus dos plantas, se instaló la Asesoría Xurídica.
Un inmueble singular que comenzó a construirse hace cien años
El conjunto arquitectónico del Fogar de Santa María fue originalmente el hospital, una de las obras más necesarias y complejas llevadas a cabo hace ahora un siglo. La primera piedra se colocó el 9 de abril de 1921. El proyecto fue de 1.600.000 pesetas. Los trabajos fueron encargados a Luis Bellido, un arquitecto que gozaba de gran reconocimiento tras las obras del nuevo Matadero de Madrid y del edificio del Círculo das Artes en Lugo.
El conjunto se proyectó con nueve pabellones, con el fin de destinar cada uno a diferentes tipologías de enfermedades. La obra fue adjudicada al ingeniero Leandro Madinaveitia. La inauguración tuvo lugar el 29 de junio de 1930, pero durante la II República el edificio sufrió un abandono. Sin dinero para poder mantenerlo, en mayo de 1936 el Concello pidió a la Diputación ayuda, haciéndose cargo del hospital y de la casa de beneficiencia. El 25 de mayo de 1941 se cedió a la institución provincial el uso de varios pabellones por 99 años. Un acuerdo que se mantiene aún hoy.