
El IGVS presentó al Concello una propuesta que despeja más el entorno del pazo, incluye un ascensor, construir tres edificios y rehabilitar dos
11 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A principios de febrero del 2020, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, anunciaba el acuerdo alcanzado con la Xunta para rehabilitar el pazo de Dona Urraca y recuperar su entorno creando una gran plaza. Dos años más tarde no se ha movido ni una piedra, pero sí muchos papeles. Tanto es así, que el Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS), en consonancia con el Concello, ha redactado una nueva propuesta de proyecto para reordenar la Unidad de Intervención 8 (UI-8) en la que se asienta el pazo, de cara a hacer una reforma más ambiciosa que la ideada inicialmente. Eso sí, requerirá una modificación puntual del planeamiento, por lo que pasarán todavía muchos meses (puede que un par de años) antes de que la pala entre en el lugar.
La propuesta que el IGVS ha presentado al Concello, consensuada con los técnicos municipales, pretende resaltar más el pazo de Dona Urraca liberando espacio y dejándolo más centrado visualmente gracias a una gran plaza y a que se modificarán algunos de los edificios próximos. Contempla, además, algo muy interesante a nivel arqueológico, que es poder habilitar un acceso a los restos romanos que hay en el solar, de cara a ponerlos en valor el día de mañana y convertirlos en visitables, algo a considerar en una ciudad como Lugo, salpicada de huellas históricas cada pocos metros, pero que tiene solo un puñado de restos en los que adentrarse.
Si el Concello está de acuerdo con la propuesta de la Xunta, que parece ser que sí, será necesario modificar el Pepri, tal y como lo plantea el IGVS, para que el planeamiento urbanístico permita ejecutar la nueva urbanización de la zona. Ahora toca que el Concello redacte y tramite el convenio urbanístico que fijará el papel y las responsabilidades de cada administración en la reforma, y más tarde llegaría la aprobación de los proyectos de urbanización y de edificación.
En cuanto al reparto de responsabilidades, no varía mucho del protocolo inicial, y al Concello le correspondería adquirir tres edificios en la rúa Falcón y uno anexo al Pazo, recibiendo a cambio varios bajos en el lugar; mientas que la Consellería de Medio Ambiente e Vivenda asumiría la rehabilitación del pazo y el entorno.
Más allá de la liosa burocracia, tal y como explican desde la Dirección técnica de Solo, Edificación e Calidade, en Santiago, lo que pretende el proyecto es crear un amplio y atractivo entorno alrededor del pazo. Esto conllevará la creación de una gran plaza central frente al edificio del siglo XII. Visto desde la Muralla, a mano derecha se rehabilitarán dos pequeños edificios de la Rúa Falcón próximos a la Muralla (tendrán bajo y una altura), mientras que el tercero se derribará y se construirá de nuevo (bajo y tres alturas), de manera que ofrecerán una imagen escalonada que no impedirá que el pazo se vea en todo su esplendor.

El proyecto contempla además la construcción de otros dos edificios. Uno que da al Calexón dos Macheto y a la Rúa Falcón que tendría semisótano, planta baja y dos alturas, y otro en el lado opuesto de la futura plaza.
Los cinco edificios se destinarán a vivienda protegida y en los bajos, que pasarán a manos del Concello, se situarán viveros para empresas.
Para mejorar la puesta en valor del pazo, también se derribará una construcción próxima situada a su derecha, con una gran chimenea y en estado ruinoso. Visto desde frente, el callejón anexo al edificio por el lado izquierdo se urbanizará y podría habilitarse una conexión entre él y un edificio que ya es propiedad del IGVS.

Ascensor y arqueología
Al fondo de la futura plaza, en el extremo izquierdo, cerca de la Muralla, el IGVS propone la instalación de un ascensor que garantizará la accesibilidad a la gran plaza desde la Rúa do Moucho, puesto que hay que tener en cuenta que la zona presenta un considerable desnivel. Pero, a mayores, desde ese punto se podría acceder en el futuro a los restos arqueológicos sobre los que se asentará la que será la gran plaza del barrio de A Tinería, a la que se podrá entrar desde la Rúa do Moucho, desde la Falcón y desde el Calexón dos Macheto. Precisamente por los desniveles, se contempla la instalación de rampas para facilitar el desplazamiento.
Hay que recordar que frente al pazo de Dona Urraca hay constancia de restos arqueológicos de la etapa romana. El proyecto de la Xunta deja abierta la posibilidad de que estos se pongan en valor bajo una gran plataforma. Esto, sin embargo, no entra dentro del proyecto actual, cuyas cifras ya se van por encima de los cuatro millones de euros.
