Así se vigila el tráfico en Lugo: 19 cámaras, una sala de pantallas y dos técnicos

LUGO





Desde una sala de pantallas situada en la comisaría se supervisa en tiempo real la circulación en los puntos calientes de Lugo y se controla y adapta la red semafórica
03 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Diecinueve cámaras instaladas en las alturas permiten controlar en tiempo real el estado del tráfico en la ciudad de Lugo. Esas videocámaras, situadas en puntos clave, transmiten las imágenes a una sala de control ubicada en la comisaría de la Policía Local, y allí un técnico supervisa la fluidez de la circulación e interviene sobre la red semafórica si es necesario, además de servir de apoyo a los agentes locales.
La sala de control de tráfico es un espacio amplio con una pared llena de pantallas que transmiten en directo lo que sucede con la circulación en las principales entradas de la ciudad, los puntos más delicados de la Ronda da Muralla, las avenidas de Madrid y A Coruña, algún acceso de Duquesa de Lugo, o Ramón Ferreiro, entre otros «Son enclaves estratéxicos, accesos á cidade ou vías nas que a intensidade circulatoria é máis elevada», los define Pablo Fuentes, ingeniero del Concello de Lugo. La sala de pantallas está conectada con la del 092, de manera que la Policía Local dispone de toda esa información en tiempo real.

Esta red de cámaras, cuya definición no es elevadísima, se utiliza solo para control circulatorio. Su finalidad no es leer matrículas (además está la Ley de protección de datos de por medio), sino transmitir información útil que permita dar la mayor fluidez al tráfico. Aunque todo gira alrededor de lo que sucede en directo, el sistema tiene capacidad para almacenar imágenes de hasta tres o cuatro días antes de grabar por encima, por lo que en caso de que un Juzgado, la Policía o la Guardia Civil las requiera para obtener información, pueden hacerlo en ese período de tiempo. Lo más probable es que la matrícula del vehículo que buscan no se distinga, pero sí el modelo y el color, por ejemplo.
El posicionamiento de las cámaras, algunas con cerca de quince años encima y necesitada de renovación, está preconfigurado. Cuando se cambia, para evitar hacer un barrido de las fachadas, se enfocan hacia abajo hasta establecer el siguiente enfoque. Son pequeños detalles que hablan sobre el respeto a la protección de datos y la intimidad que rige el sistema. Tanto es así, que hace unos años se planteó la posibilidad de que algunas de las cámaras de la Ronda sirviesen también para vigilar el adarve de la Muralla, pero la cuestión quedó en nada.

Actuar en tiempo real
La sala de control de tráfico trabaja con una aplicación informática en la que los técnicos hacen las programaciones, cambian los tiempos y adecúan los ciclos semafóricos, en función de si hay atascos, obras u otros problemas. «Máis ou menos ti xa sabes en que puntos pode haber máis ou menos tráfico nun determinado momento. Por exemplo, sabes que os horarios de entrada nos colexios ou ao traballo che xeran máis circulación, e iso telo en conta á hora de programar», describe Fuentes. Luego, si ves que hay cortado un carril en San Roque por obras, también pueden intervenir para darle más tiempo al flujo de los vehículos. Y en momentos de imprevistos se puede actuar en tiempo real sobre los cruces.
«O que é programación, entra horaria, é algo que tes estipulado, pero se ves que algo non está funcionando, como obras ou a choiva, podes actuar un pouco sobre a rede semafórica, aínda que ás veces parece que non se nota moito», argumenta el ingeniero.
En una ciudad como Lugo, más que puntos críticos de tráfico, hay zonas con problemas crónicos, como el caso de Fontiñas, y momentos más complicados, como son las entradas y salidas de los colegios y el trabajo. Pero lo que realmente condiciona la circulación es el tiempo. Cuando llueve, se multiplican los coches en la calle y junto a los colegios, y los estacionamientos de dos minutos acaban generando complicaciones. Algo que todos los conductores pueden intuir en zonas como Ramón Ferreiro, o antes de las peatonalizaciones, en el centro en los días de mercado.

Exploran la colaboración con el grado de Robótica para el uso de visión artificial
Con el sistema actual, la sala de tráfico controla la circulación, pero no extrae información sobre la misma, por eso en días pasados técnicos del Concello comenzaron a explorar con responsables del grado de Robótica que imparte la USC la posibilidad de colaborar. Los universitarios tienen materias vinculadas con la visión y la inteligencia artificial, y quizás sería posible aplicar sus conocimientos a la información de la sala para hacer, por ejemplo, conteos de vehículos y peatones. Datos que pueden ser muy útiles para analizar la ciudad.
También les gustaría contar con el respaldo de Matemáticas de cara a aplicar modelos para analizar puntos concretos y optimizar los ciclos de semáforos. Lo idóneo, sería en un futuro que la ciudad tuviese modelos de simulación de tráfico ante diversos escenarios. En todo caso, son proyectos que requerirían financiación y medios. Hoy, la sala funciona con dos técnicos que se turnan de lunes a viernes de 8 a 23, y los sábados por la mañana.
