Quejas por reducción de personal y servicios en la residencia Domus Vi de Castro de Ribeiras de Lea

María Guntín
M. Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Varias personas mayores paseando por una ciudad gallega
Varias personas mayores paseando por una ciudad gallega ANGEL MANSO

Un familiar ha enviado quejas a la Xunta y a la propia Consellería de Sanidade: «Lllevo más de dos años sin poder entrar dentro del geriátrico», critica

13 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Familiares de usuarios de la residencia de Castro Ribeira de Lea, en Lugo, quieren expresar su malestar «por la reducción de personal, servicios y, como consecuencia, de bienestar para nuestros mayores».

Uno de ellos es Rubén Amil, familiar de un residente que lleva 8 años en el centro, y que explica que la situación ha empeorado paulatinamente. «En los últimos 4 o 5 años, antes de que empezase la pandemia, se han dejado de hacer muchas actividades. Las bajas por covid no se cubrieron, la empresa se está ahorrando dinero y reduciendo servicios», explica.

Amil ya ha interpuesto quejas formales en la Xunta e incluso enviado escritos a la Consellería de Sanidade, «dicen que cumplen el ratio, pero yo no entiendo los cálculos. Imagino que cuentan a personal administrativo y de baja, porque lo que es trabajadores es imposible que lleguen a los baremos».

En el geriátrico viven en torno a 170 residentes, «y hay un podólogo que acude un día a la semana, por lo que veo que a mi familiar no le cortan ni las uñas», relata Amil. «Antes había siempre un médico en turno de mañanas y otro de tarde, por ejemplo. Hubo épocas en las que solo iba un médico dos veces a la semana...», añade.

Además, los propios trabajadores del centro hicieron huelga para criticar sus condiciones laborales y las de los mayores. «Parece que la pandemia les ha dado beneficios. Yo llevo más de dos años sin poder entrar dentro del geriátrico. No sé en qué situación se encuentra ni qué limpieza hay», explica Rubén. Los residentes salen a la entrada para ver a sus familiares, por norma general. Asimismo, las visitas deben anticiparse, «antes llegabas y veías cómo estaba. Ahora tienen tiempo a prepararlos», critica Amil.

Desde la dirección y el propio gabinete de prensa de Domus Vi prefieren no hacer aclaraciones. La Xunta tampoco quiso hacer declaraciones, aunque las plazas son públicas.

«Residencias: están jugando con la vida de unos seres humanos indefensos»

Cartas al director

La situación de las residencias

Los usuarios de los centros residenciales de toda Galicia estamos sufriendo las consecuencias de una huelga de trabajadores. No era suficiente con el covid y ahora esto: no se cumplen los servicios mínimos de personal, dado que solo está una persona para atender a 30 ancianos inválidos y con un alto grado de dependencia; a los familiares no nos dejan acceder al módulo residencial por culpa todavía del covid, con lo que seguimos sin poder ver qué es lo que está pasando con el cuidado de nuestros ancianos; la alimentación lleva muchos meses siendo pésima, sin un debido control de aporte calórico, proteico, etcétera.

Esta problemática no es de ahora, viene de antes de la huelga de trabajadores. El centro incumple el ratio de personal obligatorio que exige la Xunta, muchas veces se encuentra sin animadora o sin terapeuta ocupacional, porque los responsables de estos puestos se encuentran de vacaciones y no se cubren las bajas; otras veces sin servicio de enfermería, e incluso ha llegado a estar sin médico más de 15 días, en un centro donde hay más de 150 residentes.

No nos estamos dando cuenta de que están jugando con la vida de unos seres humanos indefensos, la mayoría de ellos incapacitados. Rubén Amil Fouz (familiar de un residente del centro DomusVi de Castro Riberas de Lea).