El geodestino Ancares Terras de Burón presenta al Gobierno un plan para crear empleo con la sostenibilidad turística
24 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La pandemia del coronavirus ha abierto oportunidades a territorios de la provincia que llevan décadas perdiendo población. Por un lado, se ha incrementado la llegada de turistas a espacios naturales, demandando servicios y estructuras que en ocasiones faltan por el cierre de empresas y el abandono demográfico. Y por otra parte, los fondos de recuperación de la Unión Europea son quizás el último enganche al que se pueden sumar muchos concellos de la parte oriental lucense.
El Grupo de Desarrollo Rural Montes e Vales Orientais (GDR), que integra a 13 concellos, y órgano gestor del geodestino Ancares Terras de Burón, presentó al Ministerio de Industria y Turismo un plan de sostenibilidad turística, con el objetivo de hacer del ecoturismo una pieza clave en el desarrollo y el futuro delos concellos lucenses.
Las acciones que se proponen al Gobierno, para conseguir al menos unos tres millones de euros de los fondos de recuperación, se basan en cuatro ejes: transición verde y sostenible, mejora de eficiencia energética, transición digital y competitividad. El fin es alcanzar una marca de destino de ecoturismo y que se puedan crear estructuras, empresas y servicios que ayuden a asentar población y dar respuesta a los turistas que llegan.
quiénes son
Ancares Terras de Burón. El geodestino que gestiona el GDR de valles y montes orientales lo conforman trece municipios: A Pontenova, Meira, Ribeira de Piquín, Pol, A Fonsagrada, Negueira de Muñiz, Baleira, Navia de Suarna, Baralla, Becerreá, Cervantes, Láncara y Pedrafita do Cebreiro. En la propuesta ante el Gobierno se explican las fortalezas y necesidades para potenciar el ecoturismo de estos territorios, asentados en zonas de protección ambiental. En el diagnóstico de cómo se sitúan estos concellos en el 2022 para explicar las necesidad de obtener fondos de recuperación se recuerda que en los últimos diez años, los 13 concellos han perdido el 22 % de población. Existen casos puntuales, como Meira o Negueira de Muñiz, que han mantenido su censo, pero en algunos concellos la bajada ha superado el 30 %. «Se non facemos algo que dignifique a tarefa do rural, seguiremos perdendo poboación», explica Fe Álvarez, gerente del GDR. Y, en concreto, esta especialista en Ciencias Medioambientales e ingeniera agrícola señala que «as mulleres e a xente nova deben ter oportunidades para que se impliquen e a partir de aí podan ter un traballo digno e que lles mereza a pena seguir vivindo no campo».
fortalezas de la candidatura
Identidad territorial propia. En el plan que se presentó se explican cuáles son las fortalezas que tiene la candidatura. Los trece concellos ocupan la mayor red de espacios naturales de Galicia, ya que el 90 % pertenecen a reservas de las biosfera de Os Ancares, Terras de Burón y Terras do Miño. Además acoge los nacimientos y recorridos de los ríos Miño, Eo y Navia. Y contienen el 47 % de la superficie Red Natura 2000 de la provincia de Lugo.
Por otra parte, los municipios conservan una identidad territorial única pero que está en peligro de desaparición. Y esta idiosincrasia se puede ejemplarizar en las pallozas, elementos que definen a un territorio no solo a nivel patrimonial. «Había unha economía e unha biodiversidade que xiraba entorno ás pallozas, porque había terras sementadas con centeo, co que se podían teitar, pero tamén había especies animais de todo tipo que vivían grazas a ese centeo, e polo tanto había vida. Se iso se perde, non hai vida», explica Fe Álvarez, quien recuerda que entorno a la construcción y mantenimiento de pallozas había oficios tradicionales, como carpinteros, teitadores o canteros. «Todo este relato é un recurso turístico de primeira orde», explica Fe.
Un tercer elemento que quieren potenciar es la gastronomía, con amplia tradición en la preparación de platos hechos con productos propios de las aldeas. Recuerdan la importancia de la ganadería de montaña, «un produto sostible e que aporta carne de calidade». La cooperativa A Carqueixa es un ejemplo. Y también ponen en valor productos de proximidad que se elaboran en estos concellos «e cun gran potencial desenvolvemento e que poden axudar a crear estruturas económicas e sociais sostibles», explica Fe Álvarez, en referencia a la miel de montaña, el queso de O Cebreiro, la castaña o el vino de la ribera del Navia, entre otros.
«Se non hai xente no rural, non hai de verdade protección do medio ambiente»
acciones de futuro
1) En transición verde y sostenible, por ejemplo recuperar el antes citado ciclo del centeno, que a su vez está vinculado a la recuperación del patrimonio, en este caso de las pallozas.
2) Aplicar un programa de accesos sostenibles que pongan en valor los recursos naturales. «Queremos que o turismo non sexa masificado, que se concentre todo en poucos puntos, senón ofrecer moitos atractivos para diversificar aos turistas». En este sentido proponen una red de micropaisajes para que los visitantes circulen por todos los territorios y no se concentren todos en un solo lugar.
3) Catálogo de visitas. Agrupadas por diferentes conceptos, como agua, paisaje agrario, puentes, patrimonio, espacios singulares. «Buscamos dispersión en vez de masificación», señala Fe Álvarez.
4) La cocina de Ancares-Burón, «que a xente que deguste os nosos produtos nos nosos restaurantes ou casas de comidas, logo podan visitar os lugares onde se elaboran ou sementan os alimentos, e que están vinculados coa paisaxe, e así vexan como se producen».
5) Red de itinerarios de montaña para hacer a pie, en bicicleta o a caballo. Además, solicitan fondos para llevar a cabo una transición digital, en concreto acometer la digitalización de los sectores económicos, clave para mejorar la competitividad de las empresas, las explotaciones, la hostelería o los recursos turísticos.
6) Poner en valor de nuevo pequeños negocios, cantinas, casas de comidas que fueron cerrando en la medida en que se marchó la población y que pueden dar un servicio a los turistas que lleguen y, a la vez, ser escaparates de los productos de la zona.
«Non temos outro camiño que o ecoturismo, que sexa responsable coa contorna e non masificado», apunta Fe Álvarez, quien recuerda que los vecinos de los municipios de las reservas de la biosfera lucenses están limitados en ocasiones por varias normativas ambientales, pero que deberían de tener, a cambio, incentivos que ayuden a asentar la población.
«Calquera desenvolvemento dun territorio debe basearse en cuestións ambientais, sociais e económicas», señala la gerente del GDR. En los concellos lucenses las cuestiones ambientales son una oportunidad pero, a la vez, un problema por las limitaciones que acarrean los espacios protegidos. Por ello, reclaman desde hace años contraprestaciones para aquellos habitantes que siguen en las aldeas protegiendo y conservando el patrimonio natural e histórico. «Se non hai xente, non hai de verdade protección», sentencia Fe Álvarez.