El Lugo cuenta con 16 jugadores del primer equipo más el central Álex Pérez, lesionado de larga duración, después de cuatro fichajes y la prioritaria renovación de Manu Barreiro, único delantero puro actualmente del equipo. Barreiro es capital en el vestuario junto a Xavi Torres, después de la marcha de dos leyendas como Seoane y Pita, segundo y primer capitanes, respectivamente, así como la marcha de Iriome y Eduard Campabadal, tercer y cuarto capitanes, respectivamente. Barreiro, pese a que acaba de cumplir 36 años, aportó ocho goles la temporada pasada para veintinueve en total en tres campañas y media. Al margen de los goles, su trabajo como primer defensa y su capacidad para jugar de espaldas para estirar al equipo son fundamentales.
Se ha marchado Fran Vieites y ha llegado Patrick Sequeira. Vieites rescindió su contrato hasta 2024. No jugó ni un solo partido ni con el primer equipo ni con el filial en su primera temporada. En la segunda compitió doce partidos alternando paradas muy destacadas con varios errores, seguramente propios de quien llevaba literalmente veinte meses sin jugar partido oficial. No obstante, mostró valentía desde el primer encuentro. Le sustituye Patrick Sequeira, otro ex Celta B, que destaca por su velocidad bajo palos y capacidad en el uno para uno, así como su físico para imponerse en centros laterales y balones frontales. Sequeira viene de jugar solo cuatro partidos la temporada pasada.
El club decidió no renovar a Roberto Canella, lateral izquierdo, siempre cumplidor y capital en el vestuario. Su sustituto es Zé Ricardo, formado en el Rayo Vallecano y con 65 partidos de experiencia en la Segunda portuguesa. Un perfil ofensivo, al igual que Orest Lebedenko. Por un lado, el club mantiene ese perfil de jugador joven y con ambición, pero, por otro, parecen opciones relativamente similares. Zé Ricardo viene de jugar como carrilero izquierdo en Portugal y ya reconoció Pita que debe mejorar en defensa.
Acierto notable es el fichaje del mediocentro Marc Carbó. Para jugar junto a Xavi Torres en un hipotético doble pivote o para jugar ambos a diferentes alturas, es decir, con Torres como central. O, por supuesto, con Carbó como suplente. El mediocentro de Salt es un pivote que puede jugar también como volante. Le gusta jugar de cara. Destaca de forma notable por sus cambios de orientación y por sus pases filtrados interiores. A nivel defensivo, es un destacado recuperador. Por su zancada, es capaz de superar líneas de presión y llegar a tres cuartos. Sufre en los duelos por capacidad física. Mediocentro que no abusa del balón en sus pies.
Ángel Baena es el cuarto extremo diestro del equipo. Al igual que Chris Ramos, Sebas Moyano y Jaume Cuéllar, puede jugar en derecha o en izquierda. Extremo escurridizo, veloz, cambia muy rápido el ritmo de juego cuando recibe el balón, es desequilibrante y tiene capacidad de centro y definición. También tiene aptitud para combinar por dentro. Un jugador siempre vertical. Le gusta recibir sobre la línea de banda. También puede jugar como delantero atacando los espacios.
En cuanto a Neyder Lozano, es una prueba del Lugo sin riesgo. Central zurdo veloz, muy ganador de duelos, capacidad notable al corte y técnico. Eso sí, viene de tres temporadas sin jugar un solo partido. Referencias muy positivas a nivel profesional. Cierto es que, después de semejante tiempo sin competir, es complejo tener unas expectativas concretas sobre si tendría continuidad física en caso de superar la prueba en pretemporada sobre su vieja lesión.
El Lugo necesita dos laterales derechos o bien uno más Carlos Torrado, jugador del filial. Son necesarios uno o dos delanteros para complementar a Barreiro, aunque Chris Ramos, Sebas Moyano y Ángel Baena pueden jugar ahí. Y, por supuesto, el Lugo debe fichar uno o dos centrales. Uno en caso de que no convenza plenamente Castrín, que fue titular en los dos partidos de Copa mostrando sus virtudes. La experiencia y la mejora se consiguen si das oportunidades a los futbolistas. No hay extremo zurdo en plantilla.
El mediocampo está perfectamente cubierto con Carbó, Torres, Pablo Clavería, Juanpe y Josep Señé. Perfiles diferentes y complementarios, así como jugadores que han mostrado sus credenciales y un rendimiento notable. Y, en el cuerpo técnico, el premio merecido al crecimiento y a la formación internos de Antón Eiré, nuevo preparador físico del primer equipo tras varias temporadas como readaptador. Lucense, formado, discreto, ya experimentado, empático y trabajador.