El juez Vázquez Taín, en Lugo: «Nadie hoy sería tan inútil de hacer la Operación Nécora como nosotros la hicimos»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

José Antonio Vázquez Taín protagonizó la penúltima conferencia del ciclo de Seguridad Pública.
José Antonio Vázquez Taín protagonizó la penúltima conferencia del ciclo de Seguridad Pública. REBECA FERNANDEZ

El magistrado dio una conferencia en la UNED sobre la importancia de la investigación policial: «¡En la Nécora no se condenó a nadie por tráfico de drogas! ¿Cómo puede ser esto? Porque no sabíamos a qué nos enfrentábamos»

22 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Operación Nécora. El Caso Asunta. El robo del Códice Calixtino. El accidente del Alvia en Angrois. Todos estos casos judiciales, parte de la historia más mediática de Galicia, tienen un denominador común. El juez José Antonio Vázquez Taín.

El magistrado coruñés, uno de los más conocidos de la Judicatura gallega en este siglo, continúa ejerciendo en el Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña. No obstante, siempre saca tiempo para distintas actividades a las que se dedica. Además de escribir libros (tiene ya siete), es un prestigioso conferenciante dentro del mundo judicial.

Uno de estos eventos se celebró la semana pasada en el salón de actos de la UNED de Lugo. Su coloquio, «La prueba pericial de inteligencia», enmarcado en las «Jornadas de Seguridad Pública: nuevos desafíos en materia de seguridad pública», se centró en el valor de los testimonios de peritos policiales especializados a la hora de juzgar causas relacionadas con el crimen organizado.

Con la labia que lo caracteriza, sin embargo, Vázquez Taín prefirió empezar su conferencia con un paseo por la Historia. «Los juicios de Núremberg, en los que se juzgó a los altos mandos del Nazismo, fueron una innovación en la época. Jamás se había juzgado ni condenado a nadie por formar parte de un grupo criminal. Entonces, se sentó en el banquillo por primera vez a asesinos que no habían matado a nadie directamente», explicó el juez. Taín añadió, además, que delitos como pertenencia a organización criminal o crímenes de lesa humanidad se crearon para esta causa. «Se acudió al Derecho Natural para juzgar a unas personas que no se podían juzgar según la ley de entonces», resumió.

Esta introducción le sirvió para explicar su tesis principal: que el análisis y el estudio de las organizaciones criminales por parte de autoridades especializadas (policías) convierte a estos agentes en peritos científicos cuyo testimonio se debe valorar en un juicio como el de cualquier médico, forense o químico.

Casos históricos

La labor de estos policías, que él vivió en sus propias carnes en causas judiciales como la Operación Nécora —que investigó y juzgó a los capos del narcotráfico en las Rías Baixas en los años 80—, sirvió para desmantelar organizaciones enteras con un arma inédita hasta entonces: la información. «Gracias a las investigaciones policiales, sabíamos más de ellos que ellos de nosotros», concluyó el juez.

Eso sí. Esta prueba pericial no resolvía todos los problemas. Aun quedaba condenar a los acusados. «La Operación Nécora fue una chapuza. No sabíamos a qué nos enfrentábamos. En esa causa, juzgamos a 78 personas, se condenó a 26 y ¡a ninguna de ellas por tráfico de drogas! ¿Cómo puede ser esto? Pues porque no supimos demostrar cómo daban las órdenes sin tocar la droga», sentenció el magistrado.

Como ejemplo final, puso la labor de los policías en la lucha contra ETA, llegando a desarticular células enteras antes de que atentasen «gracias al extraordinario trabajo de los peritos policiales».