Cada vez son más, con precios que parten de los cinco euros. «Así gano algo, que no es muchísimo, pero todo ayuda», explica una estudiante de veterinaria
03 feb 2023 . Actualizado a las 10:53 h.Lugo es una ciudad de perros. Lo dicen las cifras y es que los animales de cuatro patas ya superan en números a los niños pequeños. Cada vez están más integrados en las familias, con todo lo que esto conlleva. Comida diaria, al menos cuatro paseos al día, revisiones veterinarias, tiempo de socialización en caniles... Las necesidades y exigencias han cambiado en los últimos años, afortunadamente.
Tanto es así que prosperan nuevas «profesiones caninas» como los paseadores, que se desplazan hasta los domicilios para sacar a pasear y a hacer sus necesidades a los animales, mientras los dueños trabajan. Esto permite ganar un dinero extra y sirve como complemento mensual para, sobre todo, estudiantes que intentan rentabilizar su tiempo libre y además disfrutan acompañando a los perros y paseando al aire libre.
Es el caso de Begoña Lacarte, una futura veterinaria que pronto acabará su carrera en el campus de Lugo y que, siempre que puede y se lo demandan, se dedica a pasear perros. «Un día hubo una persona que me preguntó si me importaría sacarle al suyo; desde entonces, lo hago para ganarme un dinero extra», explica.
Lacarte, que quiere enfocar su carrera hacia los pequeños animales o exóticos, tiene ya una cartelera fiel de clientes: «Soy estudiante y entre el piso, los perros... pues hay que pagar muchas cosas», puntualiza.
Además, se queda incluso con algunos animales durante varios días o fines de semana, encargándose de cuidarlos, alimentarlos y pasearlos. «Así gano algo, que no es muchísimo, pero todo ayuda».
Paralelamente a su carrera universitaria y a su faceta de paseadora canina, tiene otro trabajo nocturno. Ella, que nació en Madrid, vivió en Elche y llegó a Lugo para convertirse en veterinaria, también tiene a Bico y a Mandi. El primer perro era de un particular que acabó cediéndoselo porque no tenía la atención que merecía y el segundo, lo conoció durante su voluntariado en la Protectora de Animales y Plantas de Lugo.
Ante una carrera larga y compleja como Veterinaria, toda forma de ingresos es poca. De ahí que decidiese cuidar otros perros en su tiempo libre. Además, hizo prácticas en el Hospital Veterinario Universitario Rof Codina, pasó algún verano aprendiendo en una clínica y forma parte de una asociación de etología canina, puesto que también tiene experiencia en adiestramiento animal. Todo esto puede aplicarlo con sus animales, pero también con los demás: «Es muy importante que los animales sepan relacionarse y vivir dentro de la ciudad. Venir al canil por ejemplo es, para muchos, una necesidad. Les permite correr, olfatear... cosas que, si van de la cadena, no pueden hacer. Son animales sociales, no debemos olvidarnos», desgrana.
Una demanda que crece
Ella no es la única estudiante de veterinaria que, en ratos libres, pasea perros. Tanto es así que algunas páginas de Internet ya sirven como «buscadores» para dueños con agendas apretadas que necesitan a alguien de confianza que saque a la calle a sus animales. Los precios oscilan entre los 5 y los 15 euros y, generalmente, duran una hora. Además, algunas de estas páginas permiten hacer una reserva online y hay paseadores que ofrecen guardería de día o alojamiento nocturno para evitar que los animales estén solos durante un tiempo prolongado.
Los trucos para el paseo 10
Los expertos coinciden al decir que es primordial que el paseador y el perro «conecten». Asimismo, los paseos deben cumplir una serie de requisitos y no tener una frecuencia menor que tres veces al día. Uno de ellos debe tener, al menos, 30 minutos de duración, todo en función de las necesidades del animal. Los canes agradecen también las rutinas y poder correr sueltos en lugares habilitados.