Santi Araújo: «Las canciones que hago son un reflejo de lo que quiero ser, como una invocación»
LUGO

El artista gallego actuará este miércoles en la Casa do Saber de Lugo a las 20.30 horas
15 mar 2023 . Actualizado a las 11:35 h.Santi Araújo (Ponteareas, 1983) trae este miércoles sus ritmos folk y pop de sus dos discos «Catedral» y «Suelta Ø Muerde» a la Casa do Saber de la ciudad amurallada, donde actuará a partir de las 20.30 horas, y en donde todavía no sabe «qué pasará», porque asegura que le gusta adaptarse a cada público.
—¿Qué se va a encontrar el público en su concierto?
—Tocaré temas de «Catedral» y de «Suelta Ø Muerde», pero también habrá alguna que otra sorpresa. Me gusta vivir las actuaciones a tope, por eso, al cantar solo, puedo permitirme ciertas licencias e improvisar ciertas partes en función del público al que me dirijo. La emoción es la que mueve, puede parecer algo poco profesional, pero me gusta llegar a los sitios y vivir el momento.
—¿Cuándo decidió que quería dedicarse al mundo de la música?
—Son cosas que no se deciden . Yo soy un amante de la música desde que nací. Podríamos decir que soy un 97% apasionado y un 3% músico. Era algo que me movía desde la adolescencia, cuando estaba obsesionado con Oasis, pero no hubo un comienzo como tal, es un proceso gradual. Empecé aprendiendo a tocar las canciones que me gustaban y poco a poco convertí mi pasión en mi oficio.
—¿De dónde saca la inspiración para componer?
—Te podría decir que viendo películas de Jean-Luc Godard, pero no es así. Después de 25 años en la música sigo sin tener ni idea de donde saco la inspiración. La música llega de las formas más insospechadas y a su tiempo. Me gusta que me abra puertas hacia lo desconocido y poder viajar y conocer a gente. Creo que las canciones son un reflejo de lo que quieres ser, como una invocación. La música me ayuda a transformar y entender mi presente y probar a hacer cosas que nunca imaginaría, como viajar solo. A veces compongo veinte canciones en un mes y después me puedo pasar un año sin escribir nada. No podría explicar lo que me pasa, es como si llegase una época del año que me llama a componer y tengo que hacerlo.
—Para usted entonces, ¿qué es la música?
—Es como un caballo que tiene dos riendas, por un lado está la parte racional y por otro la inconsciente, que es mi favorita, y la que me lleva a lugares insospechados, pero es un juego entre ambas partes. El hecho de que la música y la composición sea un proceso tan cambiante y dinámico es lo que me motiva a seguir en este mundillo.
—¿Dónde se visualiza en un futuro?
—No tengo ni idea, nunca pienso las cosas a largo plazo, ni personal ni profesionalmente. Lo que tengo claro es que yo no quiero ser famoso, eso no me haría feliz. Las proyecciones son un peligro, solo quiero seguir aprendiendo. La obsesión no es buena, porque la vida es imprevisible y te sorprende por donde menos te lo esperas. Vivir la vida con un plan me parece aburrido, pero me gustaría poder seguir haciendo esto con 80 años.