Verónica Suárez, abogada de Lugo: «Que tu jefe o compañero te agarre de la cintura cuando te habla es acoso sexual»

Verónica Suárez García, abogada de Lugo especializada en igualdad y socia responsable del área procesal de Frago & Suárez Abogados Penalistas impartió el jueves un webseminario informativo sobre planes de igualdad y protocolos anti acoso en el trabajo.

La formación permitió a numerosos asistentes conocer cuáles son los protocolos de actuación actuales frente al mobbing. La charla estuvo organizada por la Confederación de Empresarios de Lugo (CEL).

—¿Son alarmantes las cifras de acoso laboral en la actualidad?

—Por desgracia sí. El problema es que la mayoría de casos no están registrados porque hay pocas denuncias. El desconocimiento de los protocolos de actuación hace que mucha gente deje pasar de largo comportamientos de acoso laboral, y también, en muchos casos, porque no se saben detectar.

—¿Cómo podemos detectar una situación de acoso en el trabajo?

—Primero se debe hacer una investigación interna, pero no siempre es fácil darse cuenta, porque se ejercen acosos muy sibilinos. Tenemos normalizado un mal ambiente laboral, pero el trabajo no deja de ser una construcción social en la que la gente no solo se relaciona para producir, sino que somos personas y, como tal, nos tratamos de tú a tú. Es fácil detectar acoso cuando recibes amenazas directas, gritos o insultos por tu condición sexual, pero que te digan que qué mala cara tienes de forma constante también te acaba minando.

—Y el acoso psicológico, ¿cómo podemos detectarlo?

—Cuando un comportamiento se repite de forma sistemática. Todos podemos hacer algún comentario de forma esporádica, pero cuando ridiculizas a alguien constantemente por sus gestos, su voz, o incluso por sus convicciones personales o religiosas estás ejerciendo acoso. También es muy habitual el hecho de encomendar una mayor carga de trabajo cuando no es necesario o reírse de ello. Todo esto hace que la persona acosada se sienta constreñida a la hora de hacer su trabajo y de expresar sus opiniones.

—¿Y el acoso contra la libertad sexual?

—Lamentablemente seguimos viviendo en una sociedad machista, por lo que somos las mujeres las que vivimos esto en primera persona. Que tu jefe o tu compañero de trabajo te agarre de la cintura cada vez que te habla es acoso sexual. El problema es que en muchos casos la víctima no es consciente de ello, pero se siente incómoda, y, como no sabe qué hacer, lo deja pasar, pero no debemos esperar a que pase algo mayor para denunciar.

—¿Cómo podemos mitigar los casos de acoso laboral?

—Es necesario que los trabajadores conozcan los protocolos anti acoso que existen. Son obligatorios, pero la mayor parte de las empresas no los conocen o no los difunden entre sus trabajadores porque no se les dan la suficiente importancia.

—¿Es obligatorio que las empresas tengan un protocolo anti acoso?

—Sí, aunque la mayor parte no actúan como deberían, y ese es el principal problema. Estos mecanismos no solo permiten una mayor protección a las víctimas, sino que también permiten a los posibles acosadores entender cuáles son los límites, ya que muchos ni siquiera son conscientes de su mal comportamiento.

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