La falta de obras de reparación provoca el deterioro en algunos tramos de los casi 90 kilómetros de la transcantábrica en Galicia
06 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un firme en mal estado recibe al automovilista que entra en Galicia por el puente de los Santos, y el que sale de la comunidad hacia Asturias por ese viaducto se encuentra con ese mismo problema. Los dos casos son reflejo del mal estado de la autovía del Cantábrico (A-8) en su recorrido por territorio gallego, que discurre por la provincia de Lugo hasta desembocar en la autovía del Noroeste (A-6) en Baamonde.
La falta de trabajos de mantenimiento en esos casi 90 kilómetros de la transcantábrica, con años de diferencia en la apertura de los distintos tramos, tiene como consecuencia un firme remendado en unos sitios y agrietado en otros. Esta semana, el Ministerio de Transportes anunciaba un plan de choque para detener el deterioro en las vías estatales, entre ellas la A-8.
Al entrar en Galicia, la calzada del puente de los Santos tiene un estado irregular, solo mejorado con arreglos parciales desde que el viaducto se amplió para formar parte del trazado de la A-8 (2008). Si se continúa el recorrido por el municipio ribadense, los diez kilómetros que van hasta el acceso a la playa de As Catedrais tienen un firme irregular y con dos colores, consecuencia de parches que no han supuesto una reparación a fondo de la vía.
La subida a O Fiouco (A Pastoriza), donde se alcanza la mayor altitud de toda la A-8 (698 metros), tampoco está libre de puntos en los que la calzada ya necesita una reparación. La bajada hacia A Xesta (Abadín) tiene menos problemas, pero el recorrido por la comarca chairega presenta algunos de los tramos en los que mayor es el deterioro.
Si el viaje se realiza de Baamonde a Asturias, nada más comenzar el trayecto aparece ya un firme con mal estado en algunos tramos. En Baamonde, además, es más acusado el deterioro del carril de acceso que en algunos otros lugares. Los problemas de la calzada se repiten en varios puntos hasta pasar Vilalba.
El mal estado del firme también aparece al pasar por el concello de Abadín. Igual que si se circula de la costa al interior, el recorrido por los municipios de Mondoñedo y de Lourenzá, salpicado de viaductos, no tiene graves deterioros. Avanzando por A Mariña, se hacen más evidentes los problemas poco antes de otro viaducto, el de Santo Estevo (Barreiros), y del acceso que permite dirigirse a Foz y a Burela por la N-642.
El tramo de As Catedrais a Ribadeo, el primero de la transcantábrica que entró en servicio en Galicia (2007), reproduce los problemas que encuentra el conductor si circula en sentido contrario. El firme tiene mal estado en unos lugares y fue reparado solo parcialmente en otros, lo que permite ver una calzada con numerosos remiendos.
Fauna salvaje en la vía
En los municipios de Ribadeo y de Barreiros se repitieron, en años pasados, los problemas causados por la entrada de fauna salvaje, fundamentalmente jabalíes, en la calzada. La situación llevó al Gobierno a tomar medidas, y el año pasado se licitaron las obras de refuerzo del cierre en 16 kilómetros de la A-8. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana preveía dedicar 265.000 euros a los trabajos, con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. También se dieron casos de entrada de jabalíes en la calzada en el tramo de la autovía del Cantábrico a su paso por el occidente de Asturias.
La salida de la transcantábrica hacia Asturias reproduce los problemas de entrada. Hace años, se llevaron a cabo trabajos de mejora en aquellas zonas del viaducto, de 600 metros de longitud, que estaban más gastadas. Como en otros lugares, se nota la reparación efectuada por la presencia de firme de varios colores, pero la necesidad de acometer una actuación importante ya se hace evidente.
Accesos pendientes
En algún carril de acceso —por ejemplo, los situados en Baamonde—, además del mal estado, se notan los resultados de reparaciones parciales de años pasados, cuando el deterioro era evidente. La construcción de nuevos enlaces ha sido también una demanda expresada desde que los sucesivos tramos de la autovía fueron poniéndose en funcionamiento en Galicia. Así, el Concello de Ribadeo expuso la necesidad de un segundo acceso al casco urbano para el tráfico procedente de Galicia —hay dos para los conductores que llegan de Asturias—, y el de A Pastoriza comentó que se podría construir uno en O Fiouco para enlazar con una vía de la Diputación que pasa por debajo de la A-8. Sin embargo, ninguno de esos planteamientos ha sido tenido en cuenta por el Gobierno hasta ahora.