El TSXG confirma la condena de prisión permanente revisable a Ana Sandamil por asesinar a su hija Desirée
LUGO
El tribunal desestimó el recurso presentado por la mujer de Muimenta porque es «innegable que mató a su hija actuando con alevosía»
01 sep 2023 . Actualizado a las 11:31 h.El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirmó este viernes la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Lugo de prisión permanente revisable a Ana Sandamil por asesinar a su hija Desirée en su casa de Muimenta. La condenada había recurrido al fallo dictado por el jurado, pero acaba de ser desestimado. El juicio contra la lucense se tuvo que celebrar dos veces tras declararse nula la primera sentencia.Todavía puede presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
El TSXG ratificó que Ana Sandamil mató a su hija de siete años con alevosía, lo que implica un delito de asesinato con la agravante de parentesco. Cuando estaba en la cama con ella en su vivienda de Muimenta, ya que dormían juntas, «le suministró un fármaco con efectos sedantes y, seguidamente, la asfixió con sus propias manos», para lo que empleó, además de sus propias manos, algunos objetos encontraron en la habitación. Según la sentencia, la condenada era conocedora de la intención del padre de modificar e incrementar legalmente el régimen de visitas, con el fin de que pudiesen pasar más tiempo juntos.
El jurado descartó que la mujer tuviese afectada sus facultades mentales. Precisamente este fue el punto por el que se tuvo que repetir el juicio contra Ana Sandamil, ya que la autoría y motivación de la madre al perpetrar el asesinato fue concluyente pero no el grado de imputabilidad. Es decir, si estaba o no en plenas capacidades mentales.
En el segundo juicio, la Audiencia Provincial de Lugo sentenció que sí, tal y como ratifica el TSXG. «El jurado se basó en pruebas forenses y de criminalística que demuestran una premeditación de los hechos». Los magistrados concluyeron que la condenada buscó repetidamente sustancias venenosas y simuló sintomatología psicótica. Además, tuvo «una clara intención de obstruir a la justicia, con el intento de borrado y ocultación de pruebas, la negativa a entregar los dispositivos electrónicos y la variación repetitiva en las versiones de los hechos».
Es decir, no se probó que la muerte de Desirée fuera consecuencia del padecimiento de la acusada en el momento de los hechos de una anomalía o alteración psíquica que le hubiese impedido comprender lo que estaba haciendo. El proceso judicial del crimen de Muimenta podría no haber llegado a su fin, ya que quedaría la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo y presentar un recurso de casación.