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Los desguaces de Lugo resisten en un mercado estancado: «Aínda hai moito pirata neste sector»

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Saturno Herrán, dueño de un desguace en O Corgo, afirma que las subastas públicas benefician a sus negocios
Saturno Herrán, dueño de un desguace en O Corgo, afirma que las subastas públicas benefician a sus negocios Laura Leiras

Los negocios de la provincia alegan que «cada vez é máis difícil desfacerse dun coche». Las ayudas estatales al «reciclaje» de camiones antiguos aúpan a los talleres especializados

05 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El destino final de todos los vehículos que circulan por las carreteras lucenses está en uno de las decenas de desguaces que todavía existen en la provincia con más kilómetros de asfalto de toda España. Salvo que terminen en un museo o abandonados en algún garaje, todos los turismos, furgonetas y camiones acaban en uno de estos negocios, especializados en transformar estos vehículos, ya inservibles, en piezas que pueden devolver a la vida a otros para que gocen de una nueva oportunidad en la carretera.

Sin embargo, el volumen de trabajo de este sector es cada vez menor. No porque haya menos coches, sino porque, en palabras de los propios empresarios, «cada vez é máis difícil desfacerse dun coche». Las naves y los aparcamientos de estos vehículos que han pasado a mejor vida pueden acoger cientos de máquinas, ya que en los desguaces más populares pueden entrar más de 100 coches, furgonetas y furgones cada mes. 

Esta cifra, sin embargo, es significativamente más baja que la que se podía observar hace años. Ahora, la gran subida del precio de los vehículos, tanto nuevos como de segunda mano, ha hecho que los usuarios se resistan cada vez más a deshacerse de sus coches y apuren lo máximo posible su vida útil. 

Falta de producto y gran demanda de piezas de sustitución

En los desguaces, viven una doble realidad. La primera, que los conductores agotan los plazos hasta el límite para aprovechar sus coches. Y, al mismo tiempo, que los talleres y los compradores particulares solicitan piezas de recambio como nunca antes. Esto provoca que muchos pasen dificultades para poder hacer frente a la gran demanda de piezas al no tener suficientes coches que desguazar.

«É raro que alguén nos traia algún coche novo. Se acaso algún que sufrise un accidente e quedase sinistro total, como ese que tivo o accidente na Avenida das Américas e que nolo trouxeron a nós. Se non, todo o que temos son vehículos que xa quedaron obsoletos ou que tiveron averías graves que non compensaba reparar». Así describe su producto Toñi López, responsable de Desguaces Herbón, en Lugo, donde reciben unos 110 vehículos cada mes. 

López defiende su negocio, afirmando que «sae moito máis rendible para todos os implicados desguazar un coche e vendelo por pezas». Ellos mismos satisfacen a sus demandantes enviando «un pouco de todo, desde motores a faros ou portas».

Los recambios para accidentes como defensas, faros o bajos son las piezas más solicitadas en los desguaces
Los recambios para accidentes como defensas, faros o bajos son las piezas más solicitadas en los desguaces Laura Leiras

«A xente prefire manter o seu coche nun estado no que antes xa o enviaban a despezar»

Algo más al sur de la provincia, en O Corgo, uno de los gerentes de Desguaces Herrán, apoya la tesis de que el sector está algo «estancado». «A verdade é que está todo moi parado desde hai uns anos... A xente prefire manter o seu coche nun estado no que antes xa o enviaban a despezar», afirma Saturno Herrán. 

El lucense explica que es difícil dar una cifra de cuántos vehículos pueden entrar al mes en su garaje, ya que «varía moito dependendo da tempada e de se algún organismo se desfai da súa frota». Este punto es especialmente relevante, según su punto de vista, ya que «cando un Concello ou a Deputación ou a Xunta renovan os seus vehículos, deben mandalos a un desguace con certificado de eliminación de contaminación, como o noso, para poder desfacerse deles conforme á lei». Para él, esto es «un bo impulso para el taller que reciba esos coches».

Herrán sostiene que las piezas más solicitadas son las que se usan para sustituir otras dañadas en accidentes, como faros o puertas.

Además, el empresario hace hincapié en que son sus negocios los únicos que tienen potestad para retirar los vehículos de la circulación conforme a la normativa. «Agora hai máis controis, pero aínda hai moito pirata no sector. Non é a primeira vez que atopamos a xente levando coches para garaxes particulares para despezalos, e que logo veñen co que lles queda para que nós deamos de baixa o vehículo», sostiene.

El achatarramiento de camiones, en auge gracias a las ayudas del Gobierno

No obstante, el negocio de los desguaces vive de mucho más que de los turismos. En las afueras de Lugo, Desguaces Ramil lleva años especializado en camiones y vehículos de transporte de mercancías. Lorena Rodríguez, responsable del desguace, destaca que las ayudas que tiene en vigor el Gobierno desde hace un año han ayudado a revivir su sector.

«Las subvenciones para achatarrar camiones van desde los 5.000 a los 20.000 euros. Esto marca la diferencia y se está notando. Ha ayudado mucho a sacar vehículos antiguos y contaminantes de la carretera y contribuye a renovar las flotas de empresas y particulares», afirma. No hay obligación de comprar un camión nuevo para beneficiarse de la subvención, pero Rodríguez incide en que «es un gran incentivo».

La lucense sostiene que llevar un camión a su desguace es «un seguro», porque son «un centro certificado para esta descontaminación». A la hora de vender las piezas, «lo más solicitado son motores, cajas de cambios, ruedas, manillas... Un poco de todo», cuenta.