Miro, de La Tómbola del Cubo, en el San Froilán de Lugo: «El premio que sigue haciendo furor es el Satisfyer»

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

LUGO

Miro es el alma de La Tómbola del Cubo
Miro es el alma de La Tómbola del Cubo Laura Leiras

El barraquista sostiene que más que premios, «lo que más le gusta a la gente es que los subas a la ruleta y les preguntes»

01 oct 2023 . Actualizado a las 13:17 h.

La voz de Miro Fernández es absolutamente reconocible. Su garganta lleva años poniendo la banda sonora de La Tómbola del Cubo, una de las atracciones con las que generaciones de gallegos han crecido en las fiestas. Este año, como todos, está en el San Froilán

«Cuando yo ni existía mi padre ya acudía al San Froilán de Lugo a instalarse en Santo Domingo», cuenta Miro para poner contexto a su pasado en los festejos lucenses. Su tómbola es casi una institución en las verbenas de ciudades y pueblos y más de uno le ha dicho alguna vez que si falta, «falta la musiquilla de fondo». «Recuerdo que de pequeño, cuando no estudiaba, las vacaciones eran en la tómbola. Son muchos años y muchas experiencias. Hemos vivido de todo, hasta el sorteo de coches», narra. 

Lejos de lo que pueda pensarse, la tómbola no es algo reservado a los mayores. «Tenemos una clientela muy fiel y mucho público joven. Supongo que en esto influye la forma que tenemos de trabajar, interactuamos, creamos buen ambiente y eso a la gente le gusta mucho. Yo creo que a mucha gente lo que más le gusta, incluso por encima del regalo, es que los subas a la ruleta y les preguntes. Pasa en Lugo y pasa en Pamplona, aunque a todo el mundo le gusta llevarse algo, claro».

Jamones, piolines o robots aspiradores

De los míticos jamones, cadenas de música y Piolines de principios de siglo se ha pasado a patinetes eléctricos, freidoras de aire o robots de cocina como los premios que más ilusión hacen y más busca la gente, aunque Miro explica que es otro el que sigue arrasando. «Nosotros fuimos los primeros que incluimos el Satisfyer entre los premios hace dos años. Este año creímos que ya no iba a haber el furor del año pasado, pero sigue igual, sigue arrasando», desvela.

Los robots aspirador, los peluches gigantes o todo lo de Disney, muy en boga en estos tiempos, también triunfan entre el público. «Depende de como te toque, pero siempre intentamos que la gente se marche para casa con lo que le gusta», abunda Miro. 

El San Froilán, por ser la última de la temporada, y por ser una de las grandes fiestas del calendario del norte de España, es una feria importante para la Tómbola del Cubo. «Es el cierre a la temporada, es casi una tradición y venimos de muy buena gana porque además siempre somos muy bien recibidos».

Cuando finalice la celebración lucense Miro podrá dar un poco de descanso a su garganta. «Somos mínimo tres personas trabajando, pero del micrófono me encargo yo. Son muchas horas rompiéndome la garganta, pero adoro mi profesión. Cuando la vives como yo y sientes pasión por lo que haces, la gente te responde, y eso es una gratificación enorme. Porque este es un trabajo duro y exigente. Son muchas horas sin dormir y mucha infraestructura», explica, «pero el cariño de la gente es el mayor de los alicientes».