Ostensible mejora a partir de noviembre
01 dic 2023 . Actualizado a las 19:53 h.La vida es un sumatorio de sucesivos contextos que nos exigen, de forma constante, un esfuerzo de adaptación a nuevas realidades que tenemos que afrontar con la mejor de las empatías y la mayor de las generosidades. Contratiempos inesperados que aparecen en forma de operaciones de seres queridos, de amores imposibles o de enfermedades repentinas y que exigen de nosotros nuestra mejor versión, con el premio de la satisfacción del deber cumplido y de esa felicidad que tan bien sabe esconderse detrás de todos los miedos e inseguridades que se generan.
El fútbol no se queda atrás. Los contratiempos inesperados fluyen con asiduidad a lo largo de la temporada, en forma de derrotas difíciles de explicar ante rivales de menor entidad y presupuesto, lesiones repentinas o decisiones difíciles de entender que exigen de ese esfuerzo de adaptación adicional. Y es esa adaptación adicional la que espera a ambos conjuntos en el encuentro del sábado.
Por un lado, los lucenses, que no conocen la derrota en ninguno de los siete desplazamientos realizados lejos del Ángel Carro y que está mostrando su peor versión como local acumulando cuatro derrotas en las que no ha sabido perforar el marco contrario, habiendo recibido ocho dianas en la propia portería.
Un balance que contrasta con la fortaleza esgrimida como visitante, ya que, además de la victoria conseguida en la eliminatoria de la Copa del Rey, los lucenses suman un total de doce de los dieciocho puntos disputados, codeándose con los primeros clasificados del campeonato en este aspecto.
Nos espera en destino un Sestao que, de la mano de Aitor Calle, protagoniza un ejemplar esfuerzo de adaptación tanto a una nueva categoría como a una nueva plantilla, mostrando una evidente progresión a lo largo del campeonato, constatada en los siete puntos conseguidos durante el reciente concluido mes de noviembre, tras conseguir únicamente cuatro puntos de los treinta disputados en las diez primeras jornadas, en las que los achaques en forma de lesiones y de goles recibidos en los instantes finales fueron una constante en el inicio de competición para el cuadro sestaotarra.
SISTEMA DE JUEGO
Fidelidad al 1-4-2-3-1 en las últimas jornadas.
Un conjunto en el que su técnico ha mantenido fidelidad en las últimas jornadas a un esquema de juego 1-4-2-3-1, en el que son habituales en el once titular Sergi Puig en portería, con Markel Etxeberría, Diego Mirapeix, Gaizka Martínez y Álvaro Mateo, de derecha a izquierda en línea defensiva, Álvaro Gete y Armando Corbalán en la sala de máquinas del medio centro, con Alex Carbonell por banda derecha, Aitor Aranzabe en banda izquierda y, su jugador más determinante, Jon Guruzeta en la media punta, siendo Leandro Martínez su habitual referencia ofensiva.
Menor protagonismo en las últimas jornadas para Gorka Garai, uno de sus jugadores más destacados y que resultó lesionado en el encuentro frente al filial celtista, el lateral Rubén Lobato, el media punta Kepa Uriarte y los atacantes Ibai Sanz y Álex Jiménez. Las lesiones de Mario Camero, Dopi e Íñigo Alayeto, unida a la de Gorka Garai, han podido resultar determinantes en el flojo inicio de campeonato de los sestaotarras. En la primera parte del campeonato o, cuando las circunstancias del juego lo requieren, hacen uso de un tercer central, modificando el sistema de juego a un 1-5-4-1.
ESTILO DE JUEGO
Brillante presión tras pérdida en terreno adversario.
En las últimas jornadas, ha podido observarse un posicionamiento avanzado ante rivales que utilizan la posesión de balón como filosofía de juego, sin realizar una presión demasiado intensa sobre el poseedor del esférico, disponiéndose con las líneas muy juntas en espera de error en alguna de las transiciones del adversario.
En fase ofensiva, utilizan las bandas como canal prioritario para surtir de balones al interior del área, con una escasa efectividad hasta el momento.
Muestran una mayor peligrosidad en la excelente presión tras pérdida que realizan en terreno adversario, así como en un brillante dominio de las estrategias defensivas, con efectividad demostrada en jornadas pretéritas en los duelos en balones aéreos del central Gaizka Martínez y en la que brilla el buen golpeo de balón de Álvaro Gete. La incorporación de laterales, la movilidad de Jon Guruzeta entre líneas buscando superioridades numéricas tanto en banda como en el sector central y el trabajo desplegado de espaldas a portería no exento de calidad de su referencia Leandro Martínez constituyen sus puntos fuertes de cara al marco adversario.
FASE DEFENSIVA
Mejorables en la defensa de acciones de estrategia.
En fase defensiva, se muestran contundentes ante balones sueltos o divididos, mostrando su peor versión en los duelos individuales, tanto a balones rasos como aéreos, mostrando un margen de mejora visible ante rivales que les encaran por velocidad en el sector central. Asimismo, el carácter ofensivo de sus laterales les convierte en vulnerables en el repliegue realizado en las transiciones defensivas. Observable, asimismo, cierta falta de decisión en la disputa de balones aéreos.
El excelente momento de juego de su guardameta, Sergi Puig, luciendo unos excelentes reflejos en jugadas de uno contra uno y muy brillantes decisiones en salidas a balones aéreos, contribuye a paliar determinadas carencias del conjunto vasco a este nivel.