Los seis camiones que transportaban palas eólicas detenidos en Pedrafita llegaron a Ferrol tras tres días de bloqueo

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

Alberto López

Transportes dio a la empresa un permiso extraordinario para pasar por la autovía y llevar el material al puerto, donde esperaba un barco que trasladará las palas a Estados Unidos. El Ministerio y la compañía no se percataron de que el desvío por el que debía circular el convoy fue eliminado hace un mes

27 ene 2024 . Actualizado a las 11:15 h.

Los seis camiones cargados con palas de aerogeneradores que estuvieron paralizados en la frontera entre Galicia y León desde el martes llegaron a Ferrol este viernes, tras tres días de bloqueo por un error burocrático. El convoy obtuvo un permiso extraordinario para circular por la autovía, aunque en un principio no podían circular por el viaducto de O Castro, en Vega de Valcarce. El transporte, que salió de Ponferrada y se dirigía al puerto de Ferrol, llevaba material valorado en 1,5 millones de euros. Las palas debían entregarse a una empresa de Estados Unidos, General Electrics, que las pretende usar para renovar varios molinos en suelo americano. Un error burocrático del Ministerio y de la compañía encargada provocó un bloqueo que duró tres días y que quedó solventado este viernes tras conceder Transportes un permiso de urgencia.

El cargamento salió de Castellón a principios de esta semana y recogió las palas en Ponferrada este martes. Al llegar a Pedrafita, se encontraron con que no podían seguir su camino hasta Ferrol. El permiso concedido por el Ministerio de Transportes recogía que debían circular por la N-6 a través de Pedrafita y reincorporarse a la A-6 usando un desvío habilitado tras el derrumbe del viaducto de O Castro. Sin embargo, ni la empresa ni el Ministerio se percataron de que ese rotador ya no existe, lo que hace imposible circular por ahí.

Los seis camiones transportan otras tantas palas de aerogeneradores, cada una valorada en unos 250.000 euros. Esta carga obliga a pedir un permiso especial, solicitado por la empresa y aprobado por el Ministerio. Este trámite se realizó con normalidad para este trayecto, pero no se contempló que la ruta trazada ya no servía.

Un permiso que no tuvo en cuenta la reapertura del viaducto

La causa del bloqueo está en un error de planificación de la empresa que gestiona el transporte, Pérez Torres Marítima, y del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Ni la compañía ni la institución se dieron cuenta de que el informe presentado por la primera y aprobado por la segunda no estaba actualizado y que, por lo tanto, quedó obsoleto tras una obra realizada el pasado mes de diciembre.

En otoño, Transportes autorizó el trayecto presentado por la empresa, otorgando un permiso para llevar el material de Ponferrada a Ferrol. Sin embargo, por varios retrasos, en diciembre hubo que renovar el documento. El viaje propuesto por la empresa y aprobado por el Ministerio contemplaba que los camiones pasasen por el centro de Pedrafita (N-6) tras desviarse en la autovía, para luego coger el rotador habilitado por Transportes tras el derrumbe del viaducto de O Castro en el 2022 y así volver de nuevo a la A-6. 

Pero ni la empresa ni el Ministerio se percataron de que, el 30 de diciembre, el Gobierno habilitó de nuevo un carril del viaducto reconstruido y cerró el rotador por el que, supuestamente, debía circular este convoy. Al no darse cuenta del cambio, no se trazó una nueva ruta, y este martes los camiones se encontraron con la desagradable sorpresa de que el lugar por el que pretendían circular ya no existe.

Por eso, al llegar a la frontera de Galicia, Conservación de Carreteras dio al convoy la orden de detenerse. La alternativa lógica era usar el viaducto, ya habilitado, pero el permiso otorgado por el Ministerio no aprobaba esta posibilidad, por lo que no se pudo cambiar el trayecto hasta este viernes. Poco después de las 17.00 horas, emprendieron la marcha y cruzaron el viaducto de O Castro. A las ocho, ya estaban arribando al puerto de Ferrol.

La empresa culpó del retraso a un «error burocrático» del Ministerio. El organismo, por su parte, se dedicó este viernes a acelerar todo lo posible la concesión de un nuevo permiso para poder desbloquear la circulación de los camiones. 

Según Transportes, a las 14.00 horas, la empresa les remitió una nueva propuesta de trayecto (un «estudio de viabilidad geométrica») que solicitaba circular por la autovía y no por la N-6 a través de Pedrafita. En apenas tres horas, el permiso les fue concedido. «Se ha realizado un gran esfuerzo para tener el informe en un tiempo récord debido a la inusual circunstancia dada, ajena a este Ministerio», explicaron a La Voz fuentes del Gobierno. 

Desde el organismo, quisieron dejar claro que la responsabilidad del retraso radica en la compañía de transporte. «La normativa es clara y común a cualquier tipo de transporte especial. Debe solicitarse autorización previa antes de su realización, para garantizar que dicho transporte puede realizarse en condiciones de seguridad para el transportista», alegaron.

La empresa: «Este proxecto é vital para o sector en España e un erro así pode ter consecuencias»

Manuel Castro, uno de los responsables de la empresa, lamentaba lo ocurrido en la mañana de este viernes, antes de recibir la noticia de que la situación había quedado desbloqueada: «Temos a 18 empregados parados alí dende o martes. Os camións están bloqueados por un tema burocrático fóra da nosa capacidade, porque nós tiñamos o permiso aprobado. As perdas por esta demora son moi grandes para a compañía, pero o peor é que este proxecto é vital para o sector en España e un erro así pode ter consecuencias». 

Este último punto es especialmente importante para Castro. La empresa que solicitó las palas, la estadounidense General Electrics, es también dueña de la fábrica de Ponferrada donde se construyeron. Según el empresario, «é clave que este envío saia ben, porque diso pode depender que General Electrics volva a investir en España. Ultimamente, están pedindo moito máis material a outros países, e estas demoras poden supoñer un gran perxuízo para o sector. As consecuencias poden chegar ata os despedimentos se a situación non mellora. A fábrica de Ponferrada ten 1.200 empregados e están inmersos nun ERTE. A capacidade de General Electrics é de vital importancia para que a fábrica de Ponferrada sobreviva».

Para General Electrics, este envío pretende servir como prueba para comprobar la eficiencia del trabajo en el sector en España, según Castro, y esta demora podría causar un gran daño para su reputación.

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El presidente del Puerto de Ferrol: «Están en juego nuevos encargos» 

El presidente de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao, a donde se dirigían las palas eólicas, también expresó su valoración antes de que la situación avanzase. El directivo exigió al Ministerio de Transportes «una solución inmediata» al bloqueo de los seis camiones en Pedrafita. «No es admisible que desde el pasado martes estén sin poder avanzar y que a día de hoy nadie haya dado una alternativa», manifestó Francisco Barea, quien añadió: «Está en juego, no solo las pérdidas económicas que supone esa carga de palas de aerogeneradores, sino nuevos encargos de una empresa como General Electrics que confía en el puerto de Ferrol y que puede perder esa confianza si desde Transportes no se da una solución inmediata». «No podemos estar dando esta imagen ante una empresa que ha apostado por Galicia y concretamente por Ferrol. ¿Qué confianza le estamos dando? ¿Qué imagen estamos transmitiendo? Desde luego, de efectividad, confianza y seriedad no», se preguntó.

El dirigente del ente portuario de Ferrol enumeró que «hay seis camiones bloqueados, un barco esperando, una compañía como Pérez Torres perjudicada y la confianza en el puerto de Ferrol en entredicho». Como presidente de la Autoridad Portuaria, aseguró que «tengo que defender al organismo portuario por encima de todo. No puede ser que un problema burocrático pueda afectar al futuro del puerto de Ferrol».  

El barco que está esperando desde el martes en el puerto de Ferrol es el Stinnes Mistral, cuyo atraque diario en los muelles de la ciudad cuesta unos 2.500 euros diarios, según las fuentes consultadas. 

Barea aludió a otros problemas similares ocurridos en anteriores ocasiones: «Hemos sufrido las consecuencias del cierre de la A-6, nos hemos visto perjudicados desde hace dos años y ahora, que además han inaugurado la apertura de uno de los carriles, nos encontramos con esta situación que nos preocupa. Nos jugamos mucho. Estamos apostando por abrir nuevas oportunidades de negocio en un sector en auge, con compañías punteras que con estas demoras pueden buscar alternativas no solo fuera de Ferrol y de Galicia, sino fuera de España. Transportes tiene que resolver la situación y tiene que resolverla ya para que el puerto de Ferrol y Galicia no seamos los grandes perjudicados».