Clonan la voz del vicario del obispado de Mondoñedo con inteligencia artificial para timar dinero

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

En la diócesis de Mondoñedo-Ferrol (en la imagen, la catedral mindoniense) han aparecido intentos de estafas a religiosos.
En la diócesis de Mondoñedo-Ferrol (en la imagen, la catedral mindoniense) han aparecido intentos de estafas a religiosos. PEPA LOSADA

Fingiendo ser Antonio Valín estafaron miles de euros a una asociación religiosa

20 feb 2024 . Actualizado a las 11:39 h.

Una asociación religiosa de la provincia de Lugo ha sufrido una estafa de miles de euros cometida con el uso de inteligencia artificial. El colectivo, perteneciente a la comarca de la Terra Chá, recibió una llamada en la que una persona que decía ser el vicario general de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Antonio Valín, solicitaba dinero con urgencia.

La voz del vicario, que además ejerce de párroco en Foz, estaba clonada. La perfección conseguida por los estafadores fue eficaz, ya que la asociación cayó en la trampa y entregó el dinero. De todos modos, el hecho no ha pasado inadvertido y ha llegado a manos de la Guardia Civil, que recuerda que ese tipo de timos son cada vez más frecuentes y tienen un esquema común: alguien se hace pasar por responsable eclesiástico, llama con una voz que no resulta fácil de distinguir de la de la persona real y pide dinero para afrontar necesidades urgentes.

Lo ocurrido recuerda lo ocurrido en días pasados en la provincia de Jaén, en donde una persona se hizo pasar por el obispo y llamó a varios conventos de monjas para solicitar dinero debido a necesidades de la diócesis. En este caso, no obstante, no se contactó con un convento donde vive una comunidad de religiosos sino con una asociación que desarrolla su actividad dentro de la Iglesia católica.

En uno de los conventos que recibió esas llamadas en días pasados se notó que la voz del obispo era algo rara. La persona que se hacía pasar por él dijo que tenía un problema en la garganta y que se iba a operar, pero la sospecha llevó a las monjas a telefonear después al obispado e informar de la conversación.

Casos similares antes

A los conventos se les explicó que el obispo no había hecho ninguna llamada, pero en otros lugares de España —entre otros, en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol y en la archidiócesis de Santiago— se mandaron avisos a los religiosos para que no cayesen en esa trampa. En otros casos —la diócesis de Lugo, por ejemplo— se admitió que se habían conocido anteriormente casos similares y que se había advertido de ello a los religiosos para evitar males mayores.

El afectado no sabía que se había manipulado su habla, pero sí que se decía que tenía catarro

Antonio Valín Valdés, que además de su cargo de vicario general diocesano es cura en varias parroquias del municipio de Foz, desconocía este lunes que se hubiese llegado a manipular su voz con inteligencia artificial para hablar en su nombre. De lo que sí tenía información es de que se dijo que tenía catarro para justificar un detalle: cuando a la persona que llamaba en su nombre se le comentaba que su voz no era la de quien decía ser, él replicaba que estaba acatarrado y que ese constipado era la causa de esa variación.

En este caso, en los contactos telefónicos se decía que quien llamaba era el vicario general del Obispado de Mondoñedo-Ferrol, aunque no se citaban el nombre o los apellidos de la persona en cuestión. Por su parte, el vicario, a pesar de estar tranquilo por la situación, sí admitía que llamadas de ese tipo tenían un riesgo para quienes las reciben: «O problema é que a xente pode confundirse porque non deixo de ser un cargo da diocese», aseguró. En la diócesis de Mondoñedo-Ferrol fueron varias las comunidades religiosas que en los últimos tiempos recibieron esas llamadas.

Reacción

La reacción fue inmediata. Hubo alguna comunidad que advirtió al Obispado mindoniense de lo que había ocurrido, y los responsables avisaron a monjas, a frailes y a sacerdotes para que tuviesen cuidado si se repetían las llamadas y para recordarles que esa no era la forma de proceder de la diócesis. De todos modos, no se pudo impedir que una cayese en la trampa y perdiese una cantidad de dinero. «Se algunha vez volven chamar, que estean sobre aviso», manifestó Valín confiando en que no se registren más casos.