Las carreteras de la Diputación de Lugo: muchos kilómetros y pocos fondos para mantenerlas
LUGO
El gobierno provincial aumentó en cinco años un 42 % el dinero para la mejora de las vías que son de su competencia
31 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El estado de conservación de las carreteras que son competencia de la Diputación de Lugo es motivo de queja por parte de asociaciones de vecinos, conductores y, sobre todo, por el grupo provincial del PP y de buena parte de los alcaldes populares. La Diputación lucense es la que más kilómetros de vías gestiona de toda España, con más de 4.200, y como suelen explicar desde el gobierno provincial, los fondos de la institución no son ilimitados.
Los populares señalan que la Diputación invierte dinero en competencias que no son propias y se está perdiendo dinero para poder arreglar las maltrechas vías provinciales, pero a su vez, desde el gobierno provincial indican que han tenido que asumir inversiones que el gobierno gallego no realiza, especialmente las residencias o las líneas de trabajo en la Granxa Gayoso Castro, entre otras. También llevan meses reclamando a la Xunta que asuma algunas vías, como el cinturón comarcal o la carretera que une Momán (Xermade) y As Pontes.
34,6 millones en casi 5 años
En el último pleno provincial, el del pasado martes, el presidente de la Diputación, José Tomé, quiso aclarar al grupo de la oposición del PP —que lleva los dos mandatos del socialista criticando el mal estado de conservación de las carreteras provinciales— cómo se ha hecho el reparto de los 34,6 millones invertidos o consignados desde que él es presidente, en julio del 2019.
Y es que a las quejas del PP sobre el pésimo estado en el que se encuentran numerosos kilómetros de vías provinciales se ha sumado que el dinero que se destina a mantenimiento o arreglo de vías acaba beneficiando a concellos gobernados por el bipartito, PSOE-BNG.
Tomé negó esta afirmación de plenos pasados y acudió a la sesión del martes con los apuntes bien claros. Explicó que de los citados 34,6 millones de euros, 15,17 millones fueron asignados a concellos gobernados por el PP; 15,58 millones en municipios del PSOE; 2,6 millones, en los del BNG; y 1,2 en concellos con alcaldes independientes. De esta forma, el mandatario socialista quería dejar claro que «había un empate técnico» a la hora de repartir los fondos, recordando que el PSOE gobierna en municipios con mayor volumen de población.
En los presupuestos de la Diputación del 2024 la partida para mantenimiento de carreteras crece un 11 %, hasta los 20 millones de euros, lo que supone un aumento del 42 % desde que asumió la presidencia José Tomé.
16 empresas optan a arreglar el cinturón comarcal desde la N-VI en Begonte hacia Friol
Una de las inversiones más importantes que acometerá este año la Diputación será la reforma de un nuevo tramo del cinturón comarcal, la LU-P-1611. Se licitó por 876.359 euros la mejora entre los kilómetros 49,935 y 57,150, en el municipio de Friol y hasta la intersección con la N-VI en Begonte.
A esta obra se han presentado ofertas de 16 empresas y en breve se conocerá la adjudicataria de la mejora de una vía importante para poder conectar el tráfico de la A-6 y N-VI con Friol y luego seguir hacia Palas de Rei, y conectar con la A-54 y la N-547.
Las obras incluirán primero la mejora del drenaje longitudinal, y transversal, claves para garantizar la durabilidad de la reforma del firme y evitar la entrada del agua en la vía. Luego se acometerá la pavimentación, con el extendido de una capa de mezcla de bituminosa en caliente sobre el firme existente, para luego dotar a este de un nuevo pavimento más regular. También se mejorará la glorieta de entronque con la N-VI en Begonte. Y los trabajos incluirán la señalización horizontal y vertical, con marcas viales reflexivas blancas y nuevas señales.
El cinturón comarcal es una vía de 131 kilómetros que une una docena de concellos, tres autovías, tres carreteras nacionales y 9 autonómicas. La Diputación, que quiere que la Xunta se haga carga de su competencia al considerar que es una vía supramunicipal, lleva comprometidos desde el verano del 2019 hasta 3,25 millones, de los que casi uno fueron para 10 kilómetros en Guntín, los citados de Friol, medio millón en la ampliación de un puente entre Castroverde y Pol, trabajos de urgencia por daños en varios puntos de O Corgo (unos 370.000 euros en total), rehabilitación de dos kilómetros en Friol (que dan continuidad a los ahora licitados) y unos 250.000 euros en bacheo y riegos.
Una institución que históricamente tuvo clara la importancia de tener carreteras
Una de las principales competencias que históricamente la Diputación de Lugo ha asumido, defendido e impulsado es la de creación de carreteras que vertebrasen los concellos de la provincia. Por ejemplo, en un informe de inicios de 1958, hace 66 años, el gobierno provincial de entonces ya señalaba que «Lugo no contó durante muchos años con vías suficientes para la comunicación fácil entre los diversos pueblos provinciales», más allá de las carreteras Madrid-Ferrol y Lugo-Santiago. «Quedaron muchas zonas aisladas, comunicadas solo con la capital por malos caminos carreteros o por viejas vías, algunas de ellas utilizadas por los romanos o por los peregrinos que se dirigían a Compostela».
Aquel informe señalaba que al crearse las Diputaciones provinciales, «la de Lugo trató de hacer nuevas vías para que, por la comunicación de los pueblos entre sí, se creasen nuevas riquezas y se fomentase el comercio y la industria». Ponían el foco en la relevancia que tenían las nuevas vías lucenses para revalorizar los terrenos forestales y agrícolas.
«El elevado precio de la construcción»
Eso sí, el informe de 1958 ya destacaba «el elevado precio de la construcción de carreteras, especialmente en zonas de la provincia, en la que la serie de cordilleras y de formaciones pizarrosas y graníticas obligan a un trabajo penoso y lento, a la vez que exigen construcciones de fuertes muros de contención, de atarjeas y de puentes».
Entonces, entre carreteras y caminos provinciales, la Diputación gestionaba 1.404 kilómetros (casi 3.000 menos que en la actualidad). Los gastos anuales de conservación eran de 3 millones de pesetas, con una inversión media de conservación por kilómetro de 2.170 pesetas.