Cultural, un histórico en su peor momento de la temporada

Emilio Rosanes LUGO / LA VOZ

LUGO

Óscar Cela

El conjunto leonés acumula diez jornadas sin conocer la victoria

30 mar 2024 . Actualizado a las 17:02 h.

Con el objetivo de alcanzar la primera victoria como visitantes del cuadro técnico lucense encabezado por Roberto Trashorras, el equipo rojiblanco viaja al Reino de León donde espera una Cultural en su peor momento de la temporada en cuanto a resultados. Ocho empates y dos derrotas en las últimas diez jornadas disputadas, con, únicamente, cinco goles marcados, les situarían en posición de descenso de categoría si solo fuesen considerados los resultados de la segunda vuelta.

Un histórico que, en sus cuarenta y ocho anteriores intentos de asalto a categoría profesional, solo lo consiguió una única vez y de la mano del técnico coruñés Rubén de la Barrera y en el que ha sido habitual la presencia gallega en sus filas, representación que esta temporada corre a cargo de Bicho, Quique Fornos, Kevin Presa y Aarón Rey, todos ellos formando parte de la columna vertebral del conjunto leonés.

Un conjunto leonés que mantiene la confianza otorgada en Raúl Sáenz “Llona” como máximo responsable técnico, a pesar de la adversa racha de resultados, haciendo cumplir el axioma de que, a un deportista, al igual que a un hijo o hija, se le debe conceder el mayor de los cariños y apoyos cuando más lo necesita.

Una racha adversa que puede tener su explicación en las bajas de larga duración sufridas por jugadores llamados a ser determinantes en el transcurso de la temporada, como es el caso de Alberto Guitián, encargado de liderar el centro de la zaga, o de Santi Samanés, máximo goleador del conjunto leonés y determinante desde su posición de exterior zurdo.

El intento de incrementar el potencial ofensivo con las incorporaciones en el mercado invernal de los jóvenes Fabio Blanco y Luis Bilbao no ha evidenciado, hasta el momento, la obtención de mejores resultados, si bien la participación del primero en banda derecha ha sido muy activa y prometedora.

Sistema de juego 1-4-3-2-1

El técnico riojano del histórico conjunto leonés ha mantenido durante la mayor parte de la temporada su confianza en el sistema de juego 1-4-2-3-1, con un estilo de juego basado en un posicionamiento en bloque alto o medio-alto desde el que el conjunto hace uso de una presión más ordenada que intensa sobre el poseedor de balón, con brillante efectividad, con las líneas muy juntas y que tiene su continuidad en un repliegue bien automatizado que dificultan la generación de espacios de juego al adversario.

En el once titular, parecen habituales en las últimas jornadas Miguel Bañuz en portería, con Víctor García en el lateral derecho, pareja de centrales formada por el habitual Quique Fornos, acompañado de Rodrigo Suárez o Aleix Coch y Jaume Pol o Álvaro Martínez en el lateral izquierdo. Kevin Presa y Bicho, en la sala de máquinas, por detrás de Fabio Blanco en derecha, Martín Solar en la media punta y Aarón Rey en banda izquierda. Como referencia ofensiva, parece apostar Raúl Llona por el regreso de Guillermo Fernández, que regresa al equipo ya recuperado de sus molestias musculares, tras la falta de acierto del potente Dorian Hanza en las últimas jornadas. Opciones de titularidad para Diego Barri y Nico Toca en la sala de máquinas, Joseba Muguruza o Berto en banda derecha en caso de no alcanzar Fabio Blanco la plena recuperación del traumatismo recibido la jornada anterior y Rodri Escudero como referencia ofensiva.

Previsible en ataque posicional

En fase ofensiva apuestan, de forma irrenunciable, por un juego combinativo, que les lleva a asumir en demasiadas ocasiones riesgos innecesarios que suponen pérdidas de posesión en su propio terreno de juego. Utilizan como prioridad la búsqueda de profundidad ofensiva por los canales exteriores, con gran protagonismo de ambos laterales, que aprovechan los espacios creados por las diagonales de sus extremos.

En fase ofensiva, se muestran demasiado previsibles en el ataque posicional, haciendo uso de demasiados pases horizontales, con un ritmo de juego menos elevado que en la primera fase de campeonato y una menor acumulación de jugadores en zona de finalización, lo que unido a la falta de acierto rematador de sus referencias ofensivas se traduce en la escasa capacidad anotadora mostrada por los leoneses en el transcurso de la segunda vuelta.

Centros laterales

El encuentro disputado frente al segundo conjunto barcelonista el mes pasado puso de manifiesto los puntos débiles del conjunto leonés en fase defensiva, evidenciando vulnerabilidad ante rivales que les encaran por velocidad, especialmente en su sector central, escasa contundencia defensiva en duelos disputados a balones aéreos, especialmente patentes ante centros laterales y notorios desajustes en la toma de decisión relacionado con el seguimiento de marcajes en acciones de estrategia favorables al bando adversario y en la disputa de segundas jugadas. Asimismo, muestran cierta relajación en la realización de interceptaciones ante disparos a puerta de jugadores adversarios.

En definitiva, duelo entre dos conjuntos históricos que llegan al duelo con la dificultad mostrada en la fase realizadora durante la segunda vuelta, con la misma cifra realizadora, veinticinco goles, y en espera de que el Domingo de Resurrección obre el milagro de revertir la racha de diez jornadas por parte de los locales sin conocer la victoria o el de celebrar la primera victoria como visitante de la era Trashorras en un idílico escenario.