Marcos Pereira, presidente del Lugo Sala: «Pocos clubes de cualquier deporte han llegado a este nivel en tan poco tiempo»
LUGO

El club, tras cumplir 10 años, lucha por el ascenso a Segunda División
07 jun 2024 . Actualizado a las 20:02 h.Marcos Pereira Crende (Lugo, 1982) es el presidente del Lugo Sala desde su fundación en 2014 después de ser entrenador en la base del Azkar Lugo y entrenador ayudante en el primer equipo en Primera. Comenzó como un club de formación y el primer equipo se creó en 2018 con ya dos ascensos y tres finales perdidas. El Lugo Sala juega la vuelta de la segunda de las tres eliminatorias por el ascenso a Segunda contra el Vulcanizados Ruiz Tafa FS, de Tafalla (Navarra) después de ganar 3-4 como visitante. La vuelta es este sábado a partir de las 20 horas en el Pabellón Municipal con entradas a 3 euros para abonados del club y de otros equipos de la ciudad, así como 8 euros para público general.
—¿Cómo valora estos diez años desde la fundación del club?
—De manera positiva. Se creó como un hobby y fue creciendo en todos los aspectos, desde deportivamente, estructuralmente, políticamente, institucionalmente y desde todos los medios. Pocos clubes de cualquier deporte que yo conozca pueden decir que llegaron a este nivel en tan poco tiempo. Tenemos un primer equipo que está luchando por ascender a Segunda División, el juvenil en División de Honor, un cadete en máxima categoría de Galicia, infantil, alevín. Ahora estamos trabajando en el femenino, tenemos un par de equipos y esperamos tener un tercer equipo. Estamos muy bien vistos a nivel gallego. Mucha gente opina que el Lugo Sala es el mejor proyecto de Galicia, dicho por muchos que me lo dicen. Yo no entro en eso. Hay mucho trabajo detrás de la directiva, trabajadores y familias.
—¿El presente supera o no las expectativas con respecto a 2014?
—Las supera. Yo era entrenador de la base en el Prone y me gustaba mucho entrenar a niños. Era un hobby, matar el gusanillo, pero cuando le expongo la idea a mis compañeros como Xabi (López), Diego (Ríos), Miguel (Muñoz) o Jacobo (Gómez) vieron que por qué no tirar por este proyecto, se metieron en él. En ese momento ves que ya puede tomar otro tipo de dimensión. El primer año ya tuvimos cerca de cincuenta niños y ya fue todo un éxito de junio a septiembre en apenas tres meses. Fue un buen salto. El siguiente año rompe la escuela del Prone, vienen muchos niños al Lugo Sala y muchos entrenadores querían estar con nosotros porque nos conocían de toda la vida. Hace diez años estaba muy lejana la idea llevar a Lugo a primeras divisiones, a Primera División y ahora no está muy lejana. Y es muy difícil. Llegar a Segunda es muy duro. Lo vivimos el año pasado porque el sistema competitivo está totalmente mal diseñado, no puede ser que los primeros de cada grupo tengan tan pocas ventajas. Ahí la federación española tiene que dar una vuelta porque eso está mal, así de claro. Cada vez es más complicado encontrar empresas que se puedan involucrar, las instituciones tienen que dar un paso al frente y les cuesta mucho darlo. Pero claro que supera las expectativas.
—¿Yerai Espiñeira, que está en el club desde su creación, es el ejemplo de jugador que ha crecido hasta llegar al primer equipo y ser convocado por la selección española sub 21 con apenas 17 años hace dos temporadas?
—Sí. Siempre lo decimos. Yerai es un jugador de la casa, que empezó de cero, le gustaba ser portero, pero no tenía muchas nociones. Es nuestro máximo exponente del Lugo Sala, es nuestra bandera, es jugador de la selección española. El portero es una posición más de la pista en el fútbol sala. El año pasado hubo dudas si iba a seguir o no por circunstancias varias. Finalmente siguió. El año pasado fue muy importante en el play-off, fue fundamental en la hora de la verdad, en momentos puntuales estuvo a un nivel muy alto. Se mereció ir a la selección, desde la selección no fueron lo suficientemente valientes para llevarlo, él llevó un chasco, pero todo es un aprendizaje, tiene 19 años. Para nosotros es una seña del Lugo Sala y estamos orgullosos de que así sea.
—¿Cómo valora la respuesta del Municipal en partidos importantes?
—Muy contento. Ver el pabellón con más de mil personas como el día de Melilla se te ponen los pelos de punta porque recuerdas los tiempos cuando estábamos en el Azkar en partidos contra el Burela o contra el Lobelle. Era la hostia para nosotros. Sí que valoro mucho que vengan a la hora de la verdad, pero pasa en todos los deportes, excepto en el Breogán, que la gente se sube mucho al carro cuando llega el momento de la verdad. Los clubes de voleibol, de rugby, de fútbol, de fútbol sala, de baloncesto necesitan también que la gente los apoye durante el año, no solo los momentos puntuales, a los tres partidos más importantes de la liga. Que como Lugo Sala gana los partidos de forma fácil ya no voy. No, no es así. Hay que darle valor a treinta partidos de liga con solo dos derrotas (una ya con el primer puesto garantizado) y un empate. En Lugo hay mucha oferta. Es un privilegio para Lugo lo que tenemos en todos los deportes en máximas categorías. Hay otros clubes de fútbol sala como Ribeira, que lo está haciendo muy bien. Es la hostia lo que hay aquí en Lugo. La gente debería valorarlo un poquito más. No puede haber entradas de 200 personas en partidos normales y luego 700 cuando hay un partido bueno.
—El Lugo Sala siempre ha sido un club autónomo, pero tuvieron un convenio en el primer equipo con el CD Lugo hasta el pasado verano. ¿Cómo valora el convenio y el camino en solitario?
—El convenio se hizo cuando sacamos nuestro primer equipo. Lugo Sala es un club independiente. En su momento, se le expuso a Tino (Saqués) si querían tener un convenio de colaboración porque a nosotros nos iba a ayudar a crecer porque estar bajo el paraguas de un club de fútbol sabemos lo que implica. Hablamos del Betis o del Levante. Fue muy positivo, nos ayudaron mucho en nuestros inicios. No dándonos dinero directamente, pero llevas los colores del Lugo. El problema fue que llegó el descenso que nadie quería, fue un palo para todos y ellos tuvieron que aligerar, quitarse cosas de encima. Estamos también muy orgullosos de seguir nuestro camino por nuestro lado. Lugo Sala tiene su propio camino y, de hecho, lo estamos marcando.
—El Lugo Sala ya tiene la experiencia del play-off del año pasado. ¿Qué diferencias encuentra en el equipo entre este play-off y el de 2023?
—A nivel deportivo, fue una liga un poquito más competida que el año pasado. Yo no creía que fuéramos superiores durante toda la temporada, pero los resultados están ahí. Yo no contaba con que fuera así. Llegamos bien deportivamente. Físicamente los jugadores llegan en su mejor momento. No tenemos ninguna lesión grave, como la de Diego Núñez el año pasado. El año pasado llegamos con muchos problemas, como Brunito (Silvén) tocado de un pie. La competición fue más competida y eso te ayuda a llegar en un mejor nivel y en un mejor momento a la hora de la verdad. Estamos en el play-off con ese grado de experiencia del año pasado, cuando en momentos puntuales no estuvimos a la altura en ciertos aspectos. El Albense, al que ganamos en liga en la ida y en la vuelta con facilidad, ya demostró en el play-off que es un equipo muy competitivo, nos llevaron al límite. Eso es bueno y eso te viene bien para las siguientes rondas.
—¿Qué importancia tiene Diego Ríos en el Lugo Sala?
—En el Prone éramos mano derecha y mano izquierda, éramos Chino y Nacho por decirlo de alguna manera. Sabemos quién es Diego a nivel nacional, es uno de los máximos exponentes de Lugo, lleva la bandera de Lugo allá donde va. Tener a Diego dentro de la estructura del club es súper importante porque nos abre también muchas puertas. Si necesitamos hablar con algún representante, con algún entrenador. Él se encargaba de hablar con los entrenadores para los clínics y después yo ya cerraba lo que tenía que cerrar. Es muy importante en la vida del club. Es súper cercano, súper serio, se viste por los pies. Nos ayuda mucho. Ayuda mucho en la base. Si hacemos reuniones él se conecta desde Indonesia y da su opinión. En el play-off del año pasado ayudó mucho a Dani (Díaz) viendo vídeos, cortando vídeos y supongo, entiendo, que ahí yo no me meto, que lo estará haciendo con Guille (Martínez Orihuela) para poder preparar al equipo.
—¿Qué siente cuando en el Municipal ve a jugadores que bajaron tres o dos categorías para venir a jugar al Lugo Sala?
—Dice mucho de ellos. Son jugadores que jugaron al máximo nivel, que ahora mismo podrían estar jugando en Primera o en Segunda División. Desde que decidieron quedarse en Lugo ven a Lugo Sala como un proyecto ganador y fiable. Rechazaron seguramente muchas ofertas para poder estar aquí y llevar a su ciudad a donde estuvo. Muchos jugadores se involucraron y no es por dinero. Son jugadores que les gusta entrenar bien. No somos un club que tenga miles de euros ni mucho menos porque hay mucha gente que piensa muchas tonterías. Somos un club muy humilde, pagamos seguridad social y hay muchos clubes que no la pagan y son cuestiones que no ven las instituciones y a mí me molesta. Son jugadores serios, los entrené yo y estoy súper orgulloso de que estén en la pista representando un proyecto como Lugo Sala.
—¿Qué opinión tiene de las instalaciones en la ciudad de Lugo?
—Lo hemos hablado con la anterior alcaldesa, con Jorge Bustos, con Mauri (Repetto) y con otros partidos políticos y otras instituciones. Lugo necesita más instalaciones. Vas a otras ciudades de las dimensiones de Lugo y ves que hay ocho o nueve campos de fútbol, seis o siete pabellones con dobles, triples o cuádruples pistas y piensas que tenía que haberlo en Lugo. Hay muchos niños haciendo deporte en Lugo y todos juegan a dos o tres deportes. Hay muchas dificultades para entrenar a cualquier deporte en Lugo, ya no solo hablo de fútbol sala. Tenemos un nivel de deporte en Lugo que es muy complicado de tener. Las instituciones tendrían que valorarlo y dar un salto de calidad. Estamos sacando resultados. Lo vemos en el Emevé, que tiene a sus dos equipos en máxima categoría; vemos al Breogán, aunque no tiene base; el Lugo Sala está luchando por subir a Segunda; Ribeira está luchando por volver a Segunda B, etcétera. Y no hay instalaciones. Todos nos estamos peleando por instalaciones. Todos tocamos la puerta a Chicho (Xosé Manuel Trabada), que es el que lo gestiona, y lo volvemos loco, es normal que se vuelva loco. Hacen falta un par de pabellones más de sala para cualquier deporte y un par de campos de fútbol más. Es como el comer.