Una dinastía deportivista de Vilalba con cuatro generaciones: «É algo que pasa de pais a fillos»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

LUGO

Unos 30 socios asistieron en días pasados a la asamblea en la que se eligió nueva directiva
Unos 30 socios asistieron en días pasados a la asamblea en la que se eligió nueva directiva CEDIDA

El presidente de la peña vilalbesa, decana de las blanquiazules y miembro de una conocida familia de aficionados, deja el cargo y lo sustituye su hijo

10 jun 2024 . Actualizado a las 15:03 h.

Hubo una familia cuyo mando en Vilalba no se discutía en la Edad Media: de los Andrade queda parte de la fortaleza, pero también un nombre presente en asociaciones y hasta en marcas de empresas. Hay otra familia, los Roca, cuyo mando es incontestable si se habla del Deportivo. Su relación con el club blanquiazul va ya por la cuarta generación, y Francisco Xosé Roca, nombrado presidente de honor tras haber dejado el cargo de presidente, lo explica con sencillez: «É algo que pasa de pais a fillos», dice.

El nuevo presidente es Francisco Roca Fernández, hijo suyo. Francisco Xosé Roca es hijo de Francisco Roca Cascudo, conocido por su pasión deportivista y por su negocio, el Bar Roca, que fue uno de los centros de la vida social de Vilalba durante décadas. Francisco Roca Cascudo era hijo de Francisco Roca Roca, fundador de la peña, que se creó en 1952, y persona muy relacionada además con el fútbol gallego: fue directivo del Racing Vilalbés y artífice de la construcción del estadio Roca, inaugurado a finales de los años cuarenta.

Francisco Xosé Roca Constenla estuvo al frente de la peña unos treinta años. Ese largo tiempo le permitió vivir momentos importantes en la relación del Deportivo con Vilalba, ya que el club blanquiazul fue asiduo de la localidad en el verano, adonde acudía para realizar las concentraciones de pretemporada; y también fue la base para llegar a organizar un congreso de peñas de alcance internacional.

Los sinsabores vinieron con la pandemia. Se dejó de cobrar cuotas, actividades como los viajes a Riazor desaparecieron y hasta bajó el número de socios. Hoy quedan unos 150, aunque hay deportivistas que continúan viajando a A Coruña para ver los partidos del club: entre ellos está el presidente de honor, que es socio del equipo herculino. En Vilalba, apunta Roca Constenla, hay unos 50 socios del Deportivo, lo que demuestra el arraigo blanquiazul en la capital chairega.

Esa relación no viene de ahora ni de los tiempos de Bebeto y Mauro Silva sino de antes: el presidente de honor recuerda que el Bar Roca era lugar de parada para el Deportivo cuando pasaba por la localidad para jugar en el norte.

A pesar de tanta solera, también hay que pensar en el presente y en el futuro inmediato. Aunque elevado a la presidencia de honor, Francisco Xosé Roca Constenla tendrá, entre otros cometidos, la actualización del listado de socios. Eso sí, reconoce que siente «unha satisfacción total» por ver que en la peña hay relevo y que el recambio generacional sigue vinculado con una familia de corazón blanquiazul.