Innogando, tecnología para vacas surgida de una necesidad

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

Reponsables y trabajadores de Innogando, en la sede de la empresa situada en O Arneiro (Abadín)
Reponsables y trabajadores de Innogando, en la sede de la empresa situada en O Arneiro (Abadín) LAURA LEIRAS

La firma, con sedes en Abadín y en Lugo, ha desarrollado un dispositivo que aporta datos de los animales en tiempo real, lo que permite un mejor control de las enfermedades, y prepara su salto al mercado americano

17 jun 2024 . Actualizado a las 11:17 h.

De una carencia sale una idea; de una idea surge un proyecto; de un proyecto nace una empresa. La historia de Innogando no rebasa los cuatro años de vida, pero ha pasado por todas esas etapas hasta convertirse en una iniciativa empresarial de éxito. El punto de partida fue que Elio López, nacido en 1995 en O Arneiro (Cospeito), vio que había una necesidad en la ganadería familiar.

La explotación tiene unas 1.700 cabezas, incluidos becerros y vacas en producción lechera. Lo que echaba en falta era un dispositivo para cuestiones como la detección precoz de enfermedades, y ahí encontró una buena razón para ponerse manos a la obra. El conocimiento del sector, que conocía de cerca desde pequeño, no le faltaba; capacidad intelectual, tampoco, puesto que se graduó en la Facultade de Veterinaria del campus de Lugo (USC); inquietudes, tampoco. «Sempre me gustou emprender e vin a oportunidade», recuerda ahora, convertido en el máximo responsable de Innogando.

Su empuje encontró respaldo en el Campus Terra, en donde había iniciativas de apoyo al emprendimiento. El proyecto fue seleccionado dentro de la iniciativa Explorer, lo que le permitió a Elio López viajar a Silicon Valley, en California (Estados Unidos). La semilla ya estaba echada, y la idea plasmada en el primer proyecto es la que hoy está presente en el mercado.

Innogando ha lanzado al mercado un modelo de smartwatch que permite tener en tiempo real datos de la ubicación de los animales —el ganado vacuno, tanto de leche como de carne, es el principal destinatario de los dispositivos—, que se pueden recibir en el soporte que se desee, sea un ordenador o un teléfono móvil. La empresa inició su actividad en la comarca chairega, en la zona de O Arneiro que pertenece al municipio de Abadín, aunque tiene ya también una nave en Lugo, en el polígono de O Ceao.

 20.000 unidades al año

El trabajo consiste en montar los aparatos, ensamblando los microchips dentro de unos soportes de material sintético. En cuatro años de actividad el ritmo se ha multiplicado por veinte: si en el primer año, se fabricaban unas mil piezas, en estos momentos se llega a las 20.000 anuales. Elio López se muestra satisfecho del nivel alcanzado, pero no oculta su intención de seguir creciendo a corto plazo.

Cada smartwatch tiene un precio que se mueve entre los 120 y los 150 euros. El mercado español y el portugués son los principales destinos de la producción, aunque la empresa ya se marca nuevos retos: llegar al mercado americano es una meta a corto plazo que se considera factible porque abundan las ganaderías en régimen extensivo, tanto las del sector lácteo como del cárnico, que pueden estar interesadas en este modelo. Antes, en próximos meses, Innogando estará presente en sendas ferias para empresas del sector tecnológico que se celebrarán en el Reino Unido y en los Países Bajos.

 Momento adecuado

Si Innogando supo aprovechar un contexto en el que no había a la venta dispositivos como el que ha lanzado al mercado con éxito, también se vio favorecido, como reconoce Elio López, por el momento en que inició su singladura por el mar de los negocios: explica que hace, por ejemplo, unos quince años, un smartwatch como el suyo habría tenido un coste imposible de asumir por los ganaderos.

Hoy ganaderías de un cierto tamaño, cooperativas y empresas relacionadas con el sector agropecuario son compradoras de su producto. La posibilidad de tener control sobre el ganado sin estar al lado de la finca donde pastan es una gran comodidad, pero Elio López opina que es también una necesidad: dice las nuevas tecnologías son hoy una herramienta indispensable para lograr que en el campo haya relevo generacional. Palabra de empresario, pero también de ganadero: «Gústame seguir vendo as vacas», confiesa.

Un proyecto impulsado por cuatro socios que ya tiene capital de empresas del sector

Innogando tiene en estos momentos una plantilla formada por 26 personas. Los socios fundadores fueron cuatro: una veterinaria de Serra de Outes (Carlota Antelo), un informático de Cospeito (Daniel Pardo Rus) y un ingeniero electrónico de Ourense (Daniel Rizo) empezaron el proyecto con Elio López. Otros dos ingenieros electrónicos (Pablo López, de A Coruña, y Braulio Méndez, de Chantada) se incorporaron luego. En la empresa entraron también socios inversores, y la última incorporación, que tuvo lugar hace solo unas semanas, fue la de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap).

Esa sociedad, con sede en Pozoblanco (Córdoba), está presente en Galicia con su filial Naturleite, que en Meira envasa leche para Mercadona. López no descarta que tras esa entrada se produzcan otras que permitan a Innogando seguir creciendo, aunque la expansión también depende de que la gente relacionada con la ganadería vea los smartwatches como algo necesario para su trabajo. Lo que sí tiene claro que la empresa ha marcado un camino con su apuesta por el I+d+i y que es un ejemplo de que la viabilidad de una iniciativa no depende de su ubicación. La sede fiscal se trasladó a Lugo, pero la sede social continúa estando en Abadín.