Amador Fonfría, escritor: «La poesía es un sentimiento, aunque esté escrita en prosa»

Iria D. Pombo / M.G. LUGO / LA VOZ

LUGO

Amador Fonfría, escritor berciano que presenta este sábado su nuevo libro en la iglesia de O Cebreiro
Amador Fonfría, escritor berciano que presenta este sábado su nuevo libro en la iglesia de O Cebreiro CEDIDA

El autor berciano presenta este sábado su segundo poemario en la Iglesia de Santa María la Real en O Cebreiro

19 ago 2024 . Actualizado a las 11:02 h.

Amador Fonfría (El Bierzo, 1959) lleva escribiendo poesía desde los primeros desamores. Se autodefine como un escritor que lee, y que le gusta crear lo que amaría leer. Este sábado, día 10, presenta su segundo poemario, El camino hacia después, en O Cebreiro.

—¿Cómo surgió El camino hacia después?

—Al acabar mi primer poemario, Aurora, me gustó mucho la experiencia literaria. Fui escribiéndolo poco a poco. Pero a este quise darle un poco más, incluyendo elementos en prosa. Quise darle mi sello personal.

—¿Cuál es ese sello, esa identidad?

—El intimismo. Escribo lo que me gustaría leer. Por ejemplo, en este libro hablo de las guerras, pero desde un enfoque más humano.

—¿Qué otros temas trata en el poemario?

—La naturaleza, hablo del perfume y de los recuerdos que me evoca sobre un viejo amor. También la muerte y el miedo, y el miedo a la muerte. La poesía es un sentimiento, independientemente si está escrita en prosa o en verso.

—¿Por qué escogió O Cebreiro para presentarlo?

—Vivo en El Bierzo, por la zona de La Laguna, y soy el cartero de todos esos pueblos, por lo que tengo mucho arraigo con esa tierra. Pero esta vez lo escogí por mi abuela. Cuando era pequeño enfermé, y mi abuela peregrinó de rodillas desde el Chao das Cruces hasta la iglesia de O Cebreiro pidiendo que sanara. También porque Galicia es mi alma. Desde que me levanto hasta que me acuesto intento no hablar una palabra de español. Aunque este libro es cierto que está escrito en castellano, tiene alguna que otra palabra en gallego.

—¿Cómo empezó en la literatura?

—Siempre me gustó mucho ese mundo. Fue como el río Guadiana, iba y venía. Mi primera experiencia fue con un desamor. Pero a raíz del fallecimiento de mi madre, años después, empecé a escribir con más frecuencia como una forma de canalizar el duelo. Desde entonces escribo tanto como puedo.

—Además de su obra poética también ha colaborado en otros medios como la revista Joyce o La Nueva Crónica de León. ¿Se consideraría columnista?

—No, me siento más escritor. En esos medios colaboré con relatos sobre El Bierzo, en los que se puede vislumbrar cierta influencia de la literatura norteamericana. De hecho, en ese sentido, estoy escribiendo una novela.

—¿Y qué puede adelantar de esa novela?

—De momento sólo puedo decir que cuenta la historia de un joven que se marcha a hacer la mili a Barcelona. Aborda temas como la morriña, lo que llamáis «saudade», y la madurez.

—¿Qué se encontrará el lector con El camino hacia después?

—Se topará con la desnudez de mi alma y mi cercanía con él. Si no emocionas al lector, no lo descolocas, no ahondas en él. Todos sabemos que vamos a morir, y por eso el título, ¿Qué hay después?