Polusa incorpora una tecnología para acelerar la recuperación de los pacientes con daño cerebral
LUGO
Mejoran su Unidad de Daño Cerebral con el Armeo Spring, que tiene un impacto positivo en la salud mental de las personas que lo usan
28 oct 2024 . Actualizado a las 19:34 h.El Hospital Ribera Polusa de Lugo mejora su Unidad de Daño Cerebral con la puesta en marcha de un dispositivo para tratar la rehabilitación de pacientes que tengan limitada la movilidad de sus extremidades superiores. Se trata del Armeo Spring, un sistema que combina tecnología robótica y principios de terapia de movimiento guiado, que mejora la calidad de vida de los pacientes con daño cerebral, en particular aquellos que han sufrido un accidente cerebrovascular, maximizando los resultados y acelerando el proceso de recuperación.
El sistema se compone de un brazo robótico ligero que se adapta a las necesidades del individuo, permitiendo realizar movimientos naturales y funcionales. Cuenta con un arnés que sostiene el brazo del paciente, minimizando la carga física y animándole a realizar un mayor número de movimientos de alcance y agarre basados en objetivos terapéuticos específicos. Unos sensores notifican los movimientos y la actividad para poder personalizar el tratamiento y ajustar la dificultad de los ejercicios pautados.
«El sistema puede modificar la resistencia y la asistencia en tiempo real, lo que permite que el paciente realice esfuerzos que, de otro modo, serían imposibles», explica Sandra Lojo Sayáns, terapeuta ocupacional del Hospital Ribera Polusa. El individuo puede seguir en una pantalla sus movimientos para sí entender su progreso, lo que también ayuda a afrontar las sesiones de terapia. «No solo proporciona beneficios físicos, sino que también tiene un impacto positivo en la salud mental de las personas que lo usan, ya que al mejorar la movilidad se aumenta la independencia y la autoestima», añade la terapeuta ocupacional.
Además, recopila datos cuantificables de las sesiones para que los terapeutas puedan medir el progreso de manera más precisa, ajustando así los planes de tratamiento en consecuencia. Se trabaja conjuntamente con los servicios de terapia ocupacional, fisioterapia así como neuropsicología o neurologopedia. Con esta tecnología, el hospital mejora notablemente la atención a los pacientes ofreciendo un enfoque más individualizado y facilita una mayor intensidad del entrenamiento, lo que es crucial para la recuperación.
De acuerdo con la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Dependencia que realiza el Instituto Nacional de Estadística, en España se contabilizan 414.680 personas con Daño Cerebral Adquirido (DCA) como consecuencia de un ictus o un traumatismo craneoencefálico.