![Exposición de los mil números del suplemento deportivo Líder, que se publica con La Voz de Galicia en Lugo](https://img.lavdg.com/sc/6nMAexGilHjUMalsf84XDRWQuAo=/480x/2024/11/05/00121730834341241706772/Foto/ln6c5f8.jpg)
Las más bellas historias de amor nacen en los lugares más insospechados: un autobús , una excursión o, incluso, un autobús en el regreso de una excursión. Nuestra historia de amor surgió en la antigua librería ubicada en la Praza Maior de Lugo. Fue un flechazo instantáneo y a primera vista entre el número uno de la publicación y un apasionado de las estadísticas que encontraba en ella la posibilidad de realizar un seguimiento al fútbol base de su provincia, en un contexto en el que internet apenas había entrado a formar parte de nuestras vidas. Con la máxima ilusión y con el fin de consolidar en el tiempo nuestra relación, no dudé en dejar abonados los diez primeros números en la librería para poder recibirlos en mi domicilio y, de esta forma, asegurarme una cita semanal con la publicación responsable de mi nuevo estado sentimental, intentando demostrar que la distancia nunca supone obstáculo alguno si el amor es verdadero y auténtico.
Desde entonces, hemos convertido las mañanas de cada lunes en nuestro momento favorito de la semana. Da igual donde estemos, una cafetería, un centro comercial o un lugar más íntimo, quedamos y mirándonos a los ojos sin articular palabra te leo recorriendo cada letra que contienes e intercambiando miradas mientras el universo se detiene. Como canta La Oreja de Van Gogh, cada lunes volvemos a estar juntos, el alma se nos prende y nos damos cuenta de que lo nuestro es para siempre.
Con el paso de los años conocí a quienes estaban detrás de cada crónica, de cada fotografía y de cada reportaje. Descubrí a auténticos ángeles disfrazados de personas que han dedicado su vida a la maravillosa labor de que, cada saco de sueños e ilusiones que es un niño o una niña, puedan ver cumplido el sueño de poder leer la crónica de su partido en la mañana de cada lunes, sin importar el esfuerzo de realizar cientos de kilómetros cada fin de semana. Además, cada final de temporada nos regalan ese inolvidable momento de la gala en la que demuestran, con su magia, que la realidad puede superar el mejor sueño imaginado, siempre regadas de esa máxima sensibilidad y emotividad que únicamente quienes están provistos de alas pueden aportar. Imposible encontrar mejor forma de demostrar que el fútbol es mucho más que un deporte, es un maravilloso sentimiento.
Juntos, hemos tenido el privilegio de construir un muy bello álbum de recuerdos de nuestra vida, en el que nunca faltarán Xana, Jorge, Marcos y todos los que emprendieron su viaje antes de tiempo y siguen leyendo cada ejemplar desde el cielo, nos emocionamos con el gol de Iniesta y rendimos admiración a la madre de los Williams por subirse a aquella patera. «El día más feliz de mi vida», me dijo uno de los jóvenes jugadores del Praia de Covas tras recibir su reconocimiento individual en una de las galas. Resulta imposible transmitir sentimientos tan bellos y eternos.
Mil números, mil semanas compartidas, y, como continúa la canción, seguimos caminando hacia los siguientes mil ejemplares, seguimos con la vida que el destino nos ha recetado, eso sí, parpadeando rápido para disimular que estamos llorando… Porque de orgullo, aprecio y felicidad también se llora.