El Campus de Lugo premia a Concha, el «Siri» gallego que ayuda a las personas mayores: «Pensamos nos nosos avós»
LUGO
Cuatro estudiantes diseñaron una inteligencia artificial creada para romper la brecha digital en el rural viajando a cada uno de los rincones de la comunidad
14 dic 2024 . Actualizado a las 20:24 h.Comprar por internet, pedir una cita médica o leer el periódico desde el móvil forman parte de nuestra rutina. Pero para algunos, como para las personas mayores, la tecnología se convierte en todo un reto. Con el objetivo de romper las barreras digitales y acompañarlos en todos los trámites que se han digitalizado nace el proyecto Concha, premiada en la última edición del Terra Creative Jam de Lugo, promovida por el Campus Terra a través del Área de Valorización, Transferencia e Emprendemento de la USC (AVTE) en colaboración con la incubadora Lug Open Factory.
«Pensamos nas cousas que os nosos avós non sabían facer e realmente necesitaban. Recollemos as preguntas que eles tiñan e ocorréusenos buscar unha forma de levar estas cuestións e as súas respostas ao rural», explica Brandán Candal, estudiante de Educación Social y uno de los creadores de esta iniciativa.
La idea es crear una inteligencia artificial basada en un modelo con cuestiones pregrabadas. «Por exemplo, que fago para poñerme en contacto con un sitio ou que é necesario se quero queimar herba. Que escollan a pregunta nunha pantalla e apareza un rostro dunha persoa explicándolles e guiándoos paso a paso». Esta tecnología ha sido pensada para viajar dentro de un vehículo y así situarla en el centro neurálgico de cada localidad. «A idea é que sexa unha cabina con rodas na que entres e vexas unha pantalla, un asento e un teclado moi sinxelo, grande e visual».
Sin conexión a Internet
Al margen de su carácter móvil y autónomo, se trata de una herramienta que no necesita conexión permanente a la red para operar, lo que la diferencia de la las inteligencias artificiales generativas tan famosas a nivel mundial como Siri. De esta manera, permite acercarse a aquellos núcleos donde la conectividad es limitada o prácticamente inexistente. «Os meus avós viven en Bemantes e tes a cobertura xusta, de aí que usemos respostas pregravadas porque se fora algo complexo que necesitara Internet non cumpriría a función».
A medida que la tecnología avanza a pasos agigantados, los mayores intentan derribar barreras, enfrentándose a los móviles, los ordenadores o las redes sociales. De acuerdo con el último estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el uso de las tecnologías en los hogares, el 65 % de los españoles de entre 65 y 74 años se conecta a la red a diario durante al menos cinco días a la semana durante el 2023, lo que supone un aumento de 6 puntos porcentuales con respecto al 2022.
Equipo multidisciplinar
Iniciativas como Concha pueden favorecer esta lucha contra la desigualdad en el acceso, alejándose de las etiquetas de inutilidad que acompañan al envejecimiento. Además de Candal, detrás del proyecto figura un equipo interdisciplinar formado por una integradora social, una artista gráfica y una filóloga hispánica. Brandán, Emma Lago, Joanee García y Jimena Salgado, apoyados por el mentor Youssef Badsi, quieren defender las habilidades tecnológicas en cada uno de los rincones de nuestra comunidad. «Todos traballamos con nenos e aínda que somos de sitios distintos temos avós que comparten as mesmas necesidades. Eu, que vivín con eles, escoiteinos dicirme ‘estropeáchesme a tele porque cambiaches de canle'».
En un primer momento pensaron en ofrecer talleres y clases. «Pero xa non é o feito de que non entendan, senón que se preguntan para que lles serve, así que é complicado convencer a toda a vila para esa actividade. Queríamos cubrir a axuda que lles damos cando non esteamos». Nació en el marco de un Hackathon de la USC, un tipo de encuentro que, mediante el trabajo colaborativo, da respuesta a un reto en un tiempo récord. «Teñen unha forma de levar este tipo de proxectos que está moi ben porque xa te encamiñan a detectar necesidades e problemáticas».
«Queremos levar o noso proxecto polos distintos concellos da comunidade»
El proyecto de estos cuatro estudiantes a los que unió un campamento de la Xunta es un buen ejemplo de cómo las nuevas generaciones pueden echar una mano para que los más veteranos se desenvuelvan con soltura en un mundo cada vez más digitalizado. Ahora se encuentran en la fase de plantear el desarrollo real de su inteligencia artificial. «Somos conscientes de que imos ter que pedir axuda e meter a máis xente porque nós non sabemos programar, por exemplo», comenta Brandán.
Están centrados en que la apuesta aterrice en el mercado, pero su intención es conseguir que crezca. «Se funciona, nun futuro mesmo pensamos en ter máis dunha cabina e ampliar a propia IA ao ir rexistrando distintas preguntas na base de datos». Partirían de una batería inicial con unas 15 cuestiones que se completaría con las dudas recogidas por un trabajador o un educador social que seguiría a los usuarios a través de un botón de ayuda. Pero interesándose siempre antes por la propia persona.
«A idea é deixalo en cada vila de Galicia uns días ou unhas semanas para que a proben. E que conteste a preguntas básicas como ‘ola, que tal estás?', que adoitan facerlle aos fillos ou aos netos». La financiación es otra de las claves sobre la que también prestó especial atención el jurado del Terra Creative Jam. Los impulsores barajan solicitar fondos europeos o tirar de fundaciones privadas para arrancar y de los propios ayuntamientos, en los que recaería los costes de transporte. «Estamos intentando pechar todo para ter un prototipo, levalo a un pobo, ver que inquietudes ten a xente e que ao mellor nós non consideremos e de aí arrancar».