Galicia y León vuelven a estar unidas por la A-6 a través del viaducto de O Castro, derrumbado hace dos años y medio

André Siso Zapata
ANDRÉ S. ZAPATA PEDRAFITA / LA VOZ

LUGO

Autoridades del Gobierno, de la Xunta y de Castilla y León inauguraron el tramo en sentido A Coruña, que se ha reconstruido en tiempo récord. Ya no se tendrá que pasar por Pedrafita para entrar en Galicia

30 dic 2024 . Actualizado a las 17:09 h.

Han pasado más de mil días, pero Galicia y León vuelven a estar conectadas a través de la A-6. La reapertura del viaducto de O Castro, que marca la frontera entre estas dos regiones, apuró el plazo hasta el límite, pero logró volver a la actividad antes del final del año, como habían prometido desde el Gobierno.

La estructura (que está dividida en tres nuevos viaductos) se ha reconstruido en un tiempo récord tras haberse desplomado en junio del 2022. Su gemela, en sentido Madrid, se inauguró hace justo un año, pero ha habido que esperar hasta el penúltimo día del 2024 para que la principal entrada y salida de Galicia por carretera haya vuelto a la normalidad.

La A-6 no solo ha vuelto a unir a Castilla y León con Galicia, sino que la conclusión de estas obras también parece haber unido a PP y PSOE en esta época de paz y fraternidad. Y es que altos cargos de ambos partidos se dedicaron buenas palabras y mostraron su agradecimiento en el estreno de este proyecto, celebrado sobre la propia calzada de la nueva autovía, donde hasta hace apenas un año solamente había escombros.

Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, hizo de anfitrión, ya que técnicamente el viaducto está ya en tierras leonesas. A su lado, Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, que figuraba como invitado por apenas 40 metros de distancia a su comunidad autónoma. Entre ellos, Óscar Puente, ministro de Transportes y casi lucense de adopción, ya que él mismo recordó los veranos de su infancia en Foz y el origen sarriano de su padre. Los tres tuvieron su propio turno de palabra, el cual aprovecharon para agradecer a los otros su colaboración. Todos coincidieron en que no era día de reproches ni de reivindicaciones, sino de felicidad y celebración.

El ministerio presentó un vídeo en el que se resume cómo ha sido la obra de reconstrucción del viaducto de O Castro desde su derrumbe. Tras limpiar la zona y asegurar el terreno —un trabajo ingente que requirió de una planificación nunca antes vista—, los operarios lograron levantar el viaducto en sentido Madrid en apenas siete meses. Para recuperar su homólogo en sentido A Coruña, inaugurado este lunes, se han tardado once. Un tiempo «récord» y «sin precedentes en una obra así», según Puente.

Así es la estructura

Tras el derrumbe, el Ministerio decidió proceder al desmontaje completo de los viaductos y su reconstrucción en ambas calzadas, «con un gran respeto ambiental», y para «garantizar las máximas condiciones de seguridad», según el organismo. Se han colocado 14 vanos a lo largo de más de 595 metros para levantar esta estructura. Para asegurar el terreno, los ingenieros decidieron instalar micropilotes durante 15 kilómetros, los cuales contribuyen a fijar las cimentaciones.

Los bloques de hormigón relleno, que componen un kilómetro de tableros, son de un material especialmente resistente, accesibles y monitorizables de forma remota. Así, se podrá evitar que se deterioren como ocurrió con los de la obra original, y que terminaron cayendo tras solo 25 años. La impermeabilización de los estas estructuras es «de alta calidad», en previsión del uso de fundentes en esta zona, al tratarse de un viaducto de alta montaña, cuya cota supera los mil metros de altitud. 

Los viaductos disponen de un trazado y de sistemas de contención adecuados a los requerimientos del tráfico pesado para el que han sido expresamente diseñados, ya que la zona recibe a 3.000 vehículos pesados a diario, además de tener una alta frecuencia de paso de transportes especiales hacia los puertos de Galicia.

Ahora, se han recuperado los cinco carriles de la A-6 en estos viaductos gemelos. Lo han logrado 100 trabajadores asistidos por tres enormes grúas y una máquina de autocimbra, que ejecutó los tableros a un espectacular ritmo de un vano por semana. El proyecto, en total, costó 90 millones de euros, una inversión que logró recuperar ambos viaductos en apenas 18 meses.

Los conductores se ahorrarán seis minutos como mínimo

Lo cierto es que la apertura del viaducto en sentido A Coruña no es simplemente un trabajo de reposición. Los efectos de la vuelta de la circulación a ese punto de la autovía se notarán desde el minuto cero. Los conductores que pasen a partir de ahora por el túnel de Pedrafita a través de la A-6 y eviten subir por la N-6 y cruzar la localidad lucense se ahorrarán, como mínimo, seis minutos de trayecto

Desde la gasolinera de Vega de Valcarce, un punto de pausa habitual para muchos conductores, hasta salir del núcleo de Pedrafita se tardaban, usando el desvío, ocho minutos y medio. Ahora, con la vuelta a la normalidad en la A-6, se podrían hacer en apenas dos. En caso de quedarse tras un camión o un furgón de mercancías en el ascenso de la N-6 en sentido A Coruña, el trayecto en días de mal tiempo podía superar los 12 minutos con facilidad. El cambio es evidente.

Hasta otra parada común, el restaurante Villacol (As Nogais), el trayecto ha pasado de ser de unos 13 minutos a apenas siete. Hasta Becerreá, el siguiente núcleo importante al pie de la A-6, de 20 minutos a 14. Hasta la ciudad de Lugo, el tiempo de camino se reducirá de unos 46 minutos a menos de 40. 

«Ha sido un desafío sin precedentes»

En su intervención, el ministro de Transportes reivindicó el valor de la obra, la cual definió como «esencial», y presumió de haber superado «un desafío sin precedentes». Puente afirmó sentir «orgullo» de pertenecer a un país,« que algunos tildan de estado fallido», pero que «es capaz de realizar una obra como esta, que ningún otro país del mundo podría lograr salvo, quizás, China».

El ministro destacó también que los materiales usados en esta reconstrucción son mucho más seguros y especializados que los utilizados en el proyecto original. «No es una reconstrucción como tal, sino un cambio de diseño con materiales de ultima generación, ni mucho menos un remiendo», sentenció.

La apertura de la autovía Lugo-Santiago y otros proyectos pendientes

Puente despejó dudas también con respecto a otros proyectos. Confirmó, por ejemplo, que el tramo entre Palas de Rei y Melide en la A-54 abrirá en los primeros días de enero, y que la obra completa (falta el tramo entre Melide y Arzúa) estará terminada antes del año 2026.

El alto cargo mencionó también que el Gobierno dedicó este curso 387 millones de euros a obras de infraestructuras en Galicia, destacando la circunvalación de Pontevedra, la rehabilitación del firme en la A-6 entre A Coruña y Lugo, los descuentos de la AP-9 y demás proyectos.

Otros 483 millones, según sus cálculos, estuvieron destinados a la mejora de los servicios ferroviarios. «Me congratula decir que represento a un Gobierno que entiende que las infraestructuras conectan a los pueblos y mejoran la vida de la gente», concluyó Puente, que prometió una mayor inversión en Galicia para este 2025.

Alfonso Rueda, en la inauguración del Viaducto de O Castro
Alfonso Rueda, en la inauguración del Viaducto de O Castro LAURA LEIRAS

Rueda: «Ahora todos tenemos más claro que nunca la importancia de construir bien y de conservar aún mejor»

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, mostró la misma actitud de celebración que Puente. Según él, «hoy es un día muy importante para Galicia, para Castilla y León, y para España, porque inauguramos una obra que vertebra nuestro país en una zona clave».

Rueda destacó en esta rueda de prensa —en la que no se permitieron preguntas— la importancia de la reapertura para el sector de los transportes, y agradeció al ministro que su organismo valorase la propuesta de la Xunta de reconstruir de los dos viaductos de manera simultánea para acelerar los plazos. «Esto nos ha servido para aprender de nuestros errores y de nuestros aciertos. Ahora todos tenemos más claro que nunca la importancia de construir bien y de conservar aún mejor», comentó Rueda.

El mandatario indicó que las infraestructuras tendrán un papel importante en los Orzamentos del 2025, con una inversión de 70 millones solo en mantenimiento. Solamente le pidió un deseo al ministro para el inminente nuevo año: «Espero que este 2025 sea el curso en el que por fin el Estado le transfiere la titularidad de la AP-9 a la Xunta».

El desfile de autoridades incluyó también al director de la obra, que se mostró «muy feliz» y quiso destacar «el gran trabajo» de todos los que han participado en el proyecto.

La autovía, desde este 30 de diciembre, vuelve a estar en pleno funcionamiento. La A-6 ya conecta Galicia con la meseta sin apenas interrupciones, aunque los pequeños arreglos y los desvíos siguen ocupando una parte del trayecto entre León y Lugo. Este 2025, todos estos contratiempos deberían estar solucionados.

Un camión quedó colgado en la N-6 en Pedrafita el pasado mes de marzo
Un camión quedó colgado en la N-6 en Pedrafita el pasado mes de marzo Óscar Cela

Una zona compleja

El regreso del tráfico al viaducto no será positivo solo por el tiempo que se ahorrarán los conductores, sino también porque evitar el paso por el núcleo de Pedrafita contribuirá a la seguridad de quienes circulen por allí.

Durante los últimos dos años y medio, el tiempo que una gran cantidad de vehículos se han tenido que desviar por la N-6, O Cebreiro ha presenciado multitud de accidentes. Las grandes pendientes, el frío, la lluvia y la falta de preparación de una vía como esta para recibir tal volumen de tráfico y sobre todo de gran tamaño ha provocado diversos incidentes, alguno incluso con fallecidos.

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Camiones colgando de pendientes, salidas de vía cuesta abajo, choques frontales en curvas de poca visibilidad... La reapertura del viaducto dejará atrás todos estos casos y devolverá a los coches y a los camiones a una vía más amplia, más segura, más lejana a las inclemencias del tiempo y con una mejor adaptación al tráfico rodado de gran tamaño.