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Victoria de muchos quilates la conseguida hoy por el Breo. Primero por la importancia de ganar a otro rival directo como es Bilbao. No menos importante es ver la capacidad de reacción del equipo ante la adversidad, que en otros momentos de la temporada no existía.
El inicio de partido fue malo en ataque por parte del equipo de Luis Casimiro. Demasiado individualismo, con un Dae Dae Grant muy colapsado por la cerrada defensa bilbaína. El Breogán vivía de lo que era capaz de generar principalmente Darrun Hilliard y de mantener un nivel defensivo aceptable que le permitió seguir en partido.
Tras el descanso, el guion parecía mantenerse. El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau buscaba hacer daño con los bloqueos directos donde Hlinason hacía daño en la continuación o liberando espacios para tiradores como Gielo.
Sin embargo, los celestes se hicieron fuertes en los dos lados del campo. Con una defensa súper agresiva del bloqueo directo cortocircuitaron el ataque visitante. A mayores, el juego ofensivo breoganista fue más variado, iniciando los ataques poniendo el balón en Sakho o Apic muy abiertos, para luego generar desde manos a manos o pases. Este tipo de juego permitió la mayor entrada en juego de Mavra o Atic, de lo que se beneficiaron ellos y el resto de compañeros.
Ya venía el equipo tendiendo otra cara en las últimas jornadas y hoy además confirman que pueden revertir situaciones negativas dentro de un partido y eso les hará crecer. Queremos más de este Breogán.