Ciertamente con el tiempo que tenemos, hablar de playa fluvial provoca escalofríos y algo que nos deja helado el pensamiento. Pero no se trata de ello sino de reflexionar sobre el futuro.
Hace ya bastantes meses este escribidor, en este mismo espacio, trataba sobre el futuro de esa playa fluvial tan reclamada y necesitada. Se discutía sobre un buen número de lugares pero siempre la segadora de la Xunta encontraba algún defectillo, o bien otras veces era la propia ubicación la que no era recomendable.
Este columnista escribía entonces sobre el lugar al que los lucenses acudían antaño para sus baños estivales, el conocido como As Illas (Las Islas) en donde se han refrescado varias generaciones de lugueses. El comentario se complementaba entonces con la orilla de enfrente, donde se ubica la Fábrica da Luz, lugar también habitual de baño en el conocido como O Chapuzo, terrenos todos ellos propiedad de la Confederación Hidrográfica, organismo que ha cedido recientemente al Ayuntamiento de Lugo la antigua fábrica.
Teniendo en cuenta que ahora existen menos dificultades, el Consistorio bien podría negociar en paralelo la compra del prado de As Illas, de propiedad privada y al que sus dueños han prohibido el paso y, por lo tanto, el acceso al baño, con la cesión por parte de la Confederación, en la orilla opuesta, de sus terrenos para uso público con lo cual, se lograría una playa fluvial con dos orillas conectadas por el caneiro que cruza el Miño y que, sin lugar a dudas, merece una buena reparación.
Puede ser una idea, habrá otras y otros lugares, siempre teniendo en cuenta las ocurrencias de la Xunta, pero que podría ser una solución definitiva a la playa fluvial. Quedan unos cuentos meses, es por lo tanto momento de empezar a trabajar.