Buscas sin funcionar, prescripciones a mano y meriendas frías: así fue la atención en el HULA durante el apagón

LUGO

El hospital de Lugo recupera la normalidad después de una jornada en la que se mantuvieron cirugías y citas en muchos servicios, aunque los laboratorios se resintieron. «Yo entré a las siete de la mañana y salí a las siete de la tarde reventada», explica una trabajadora
29 abr 2025 . Actualizado a las 14:01 h.Buscas que no funcionaban, prescripciones a papel y bolígrafo, elección a mano de medicación y meriendas frías. Esta fue la tónica general este lunes en el HULA, donde se pusieron en servicio los electrógenos para asegurar la atención y el suministro eléctrico se recuperó por completo antes de las seis de la tarde. Esta mañana la normalidad volvía a reinar en los pasillos del hospital, donde muchos sanitarios, a los que les tocó salir de sus casas con linternas, pues la luz no se había recuperado a primera hora en todos los municipios, se paraban a comentar cómo se desarrolló la jornada.
«Sobrevivimos, menos mal», destacaban un par de trabajadores. En el área de Hospitalización trabajaban de manera rutinaria, se realizaban visitas médicas sin ninguna incidencia, aunque tenían ciertos problemas para acceder a las fotografías en el historial de los pacientes. «Estamos reanudando la actividad, incidencias hubo porque siempre hay alguna, pero al tener generadores fuimos tirando. La buena voluntad abre puertas que no abre la tecnología y cuando no funciona hay que buscar alternativas a base de paciencia», agregaban.
Las pruebas que quedaron pendientes por la tarde del lunes se realizaron durante esta mañana, en la que los efectos del corte eléctrico se hacían notar, por ejemplo, en la falta de camisones, pues afirmaban que el camión de la lencería no había llegado. La normalidad absoluta predomina en Reanimación y UCI, donde trabajan «como otro día cualquiera», y en unidades como la de Extracciones, en la que las pruebas diagnósticas se practican de manera habitual. En Endoscopia tratan de responder a todos los pacientes que se acercaban a preguntar o que llamaban por teléfono con el miedo de que las citas se pospusieran.
Menos pacientes en Radioterapia
Aunque no fue necesario aplazar tratamientos oncológicos, a última hora de la tarde del lunes en Radioterapia, notaban que algunos pacientes no habían acudido a su consulta, por lo que a los que sí lo hicieron pudieron atenderlos antes. A pesar de que los sistemas informáticos estaban caídos, los servicios hicieron un gran esfuerzo tanto en consultas como en quirófanos. Es el caso de Oftalmología que atendió urgencias, mantuvo las cirugías tanto el lunes como este martes y consultaron a todos los pacientes citados durante la mañana del lunes y también a aquellos en horario de tarde con los que no pudieron comunicarse para cambiar la fecha.
En Pediatría la atención se ha recuperado también al completo después de una tarde un tanto caótica en la que los ingresos no se podían hacer con normalidad y en la que tocó registrar datos en gráficas a papel hasta que se incorporaron a última hora en los programas informáticos. El turno de mañana del lunes se desarrolló sin interrupciones, fue a última hora cuando empezó a fallar el acceso a la historia clínica y algunos cambios de tratamiento de pacientes tuvieron que hacerse en papel.
Meriendas frías y comidas y cenas con normalidad
En la Cocina del HULA casi no notaron el apagón. Gracias a los generadores pudieron ultimar las comidas con normalidad y las cenas también estaban prácticamente preparadas, pues utilizan una línea fría que les da mayor margen para almacenar los platos y transportarlas hasta su lugar de consumo. A lo largo de la jornada solventaron cuestiones puntuales como que los ascensores no daban abasto para todo el sistema y, ya por la tarde, para evitar el transporte de carros a planta y para utilizar la menor cantidad de utensilios posibles, optaron por meriendas frías. Cambiaron el café con galletas por yogures con fruta, aunque ofrecían también bebidas calientes a quien las solicitaba.
Donde más se resintieron con el corte del suministro fue en el Laboratorio. Los equipos informáticos no funcionaban y, hasta que les dieron acceso a una plataforma para que pudieran continuar, estuvieron paralizados. «Yo entré a las siete de la mañana y salí a las siete de la tarde reventada», contaba una trabajadora. Se vieron obligados a trabajar a base de fotocopias y escribir a mano. En el Banco de Sangre también se vivió una jornada complicada en cuanto a trabajo. Las transfusiones que se podían posponer procuraban reagendarlas y en el caso de los pacientes de máxima urgencia fueron atendidos en el propio día, aunque las intervenciones llevaban más tiempo.