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La joven que pasó siete horas herida en el fondo de un barranco dice que volvió a nacer

X. Carreira

A FONSAGRADA

05 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Programó una excursión con varios vecinos para ir a conocer el Muíño de Parada, situado en un paraje de excepcional belleza y de dificultoso acceso y acabó en profundo barranco, malherida y con serias dificultades para poder ser rescatada, tantas que tardó siete horas en ser evacuada. Esta es la historia del sábado negro de Marta Serrano, una joven de 19 años, de Carballido (A Fonsagrada) que se precipitó por un barranco de unos veinte metros en Gromaz, en el mismo municipio. «Volvín nacer», comentó ayer la muchacha desde la cama que ocupa en una habitación del Hospital Xeral. «Se chego a dar coa cabeza nun penedo ou se non chega a haber auga no fondo, donde acabei parando, as consecuencias terían sido nefastas», añadió.

Con todo, la joven sufrió la fractura de tres costillas y tiene varias vértebras afectadas. Con este panorama, tiene que guardar reposo absoluto. Los médicos le ordenaron estar boca arriba, sin moverse y sin ningún tipo de alimentación por boca. Ayer al mediodía le dieron agua, «e se todo vai ben empezaran a darme unha dieta blanda», contó la muchacha.

Marta Serrano decidió invertir la jornada del sábado en ir a visitar el molino en cuestión, acompañando a otros vecinos. En el grupo estaban también su hermano y su madre. El hecho de que una asociación de Gromaz trate de crear una senda para llegar al lugar les animó a ir a conocer el viejo molino. El paisaje, con varias cascadas, no tiene desperdicio, pero posee tramos muy complicados de paso.

«Chegamos a unha zona que sabíamos que era perigosa e que había que pasar con moito coidado para non caer para baixo. Incluso tiñamos que agarrarnos a unhas ramallas. Eu así o fixen pero chegou un momento que resbalei e caín polo precipicio que a min me parece que pode ter unhos 14 ou 15 metros», contó Marta. En un primer momento fue lentamente rodando por entre algunos peñascos rozando la espalda, «pero logo a velocidade xa foi a máis pola zona que era máis quebrada hasta que acabei caendo na auga».

Auxiliada por su hermano

Al presenciar lo ocurrido, el hermano de la joven y otro vecino de la zona bajaron dificultosamente hasta el lugar donde estaba Marta con la finalidad de auxiliarla. «Eu, pola miña conta, só conseguín poñerme de xeonllos. Cando chegaron eles, sacaronme da auga para unha pena e puxeronme roupa seca. Alí quedei», explicó. Lo que no se imaginaba Marta es que tuviese que permanecer allí casi siete horas esperando a que culminase el dificultoso rescate.

«Doíame moito a espalda. Non sabía o que realmente tiña hasta que chegou o médico con outra persoa. Miroume e díxome que lle parecía que non fora nada perigoso», explicó. «O tempo facíaseme moi longo. Non me daba pasado. En algún momento empezou a darme moito sono e tamén empecei a pensar que non me iban dar sacado», señaló la joven desde la cama del hospital donde reposa.