El sueño de una generación en lucha para recuperar su antigua escuela

manuel fernández A FONSAGRADA / LA VOZ

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Una convocatoria realizada a través de las redes sociales consiguió reunir a los exalumnos de Freixeiro

16 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado viernes 9 de agosto se celebró en el restaurante «A Roxoa» de A Tumbiadoira, A Fonsagrada, la «primeira xuntanza do colexio de Freixeiro», una reunión de exalumnos de la antigua escuela de la aldea. Ideada en agosto de 2015 por cuatro de los exalumnos, la muerte de algunos de sus compañeros precipitó en 2019 la convocatoria, realizada a través de las redes sociales después de un gran trabajo para conseguir el contacto de todos.

La escuela de Freixeiro fue construida por los vecinos de Freixeiro y aldeas vecinas en 1969 como respuesta a la lejanía de colegios -los más cercanos eran los de las aldeas de Vilabol de Abaixo, A Fonsagrada y el de Figueira, Navia de Suarna -. Los terrenos escogidos destacaban por ser cálidos y soleados. Cada uno de ellos, desde su experiencia en el mundo de la carpintería y albañilería, aportaron esfuerzo y materiales: se instalaron maderas para techos, se colocaron los ladrillos y las ventanas, se hicieron las paredes de piedra...

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Antes de su puesta en marcha, la escuela se ubicó provisionalmente en la planta superior de la «casa do Xastre» de A Tumbiadoira, un edificio donde Enrique y Filomena, dos vecinos de la zona, disponían de una sastrería equipada con máquinas de coser -para la confección de chaquetas y pantalones de campana- en la misma planta que la escuela y, en la planta baja, una cantina donde se podía comprar todo tipo de productos: camisas, un kilogramo de azúcar, una libra de chocolate, un caramelo con palo o un «cuartillo» de vino.

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Una vez los vecinos finalizaron la construcción de la escuela de Freixeiro, iniciaron las clases para las niñas y niños de las aldeas de Freixeiro, A Tumbiadoira, Caboxo, Coto de Xunqueira y Xunqueira. La escuela disponía de una zona de recreo segregada por géneros. También disponía de los métodos educativos habituales: algunos exalumnos comentan que la profesora tenía como método de castigo obligar a los alumnos a copiar frases como: «Nunca más volveré a meterme con nadie» 1.200 veces -no cumplir ese número implicaba repetir la tarea-.

El colegio se mantuvo en funcionamiento hasta junio de 1984, como consecuencia de la fuerte despoblación que sufrieron las comarcas de A Fonsagrada y Os Ancares durante los años 80.

El edificio, de propiedad pública, se encuentra en la actualidad abandonado. El éxito de la jornada, vivida en medio de entusiasmo y alegría y que incluso animó a un exalumno a viajar en avión desde Barcelona para poder asistir, se tradujo en la convocatoria de una segunda «xuntanza» para el siguiente año y en una posible restauración del edificio por parte de los exalumnos. Además, algunos miembros ya han comenzado a cortar la maleza que rodea el edificio.