A Fonsagrada llora a Manuel Lombardía, «un rapaz auténtico e moi querido»
A FONSAGRADA
Falleció este viernes a los 46 años y este domingo por la tarde habrá en Lugo un homenaje de su familia y sus amigos, con música tradicional de sus compañeros de Son de Lugh
22 ene 2024 . Actualizado a las 21:28 h.A Fonsagrada llora el fallecimiento, a los 46 años de edad, de Manuel Lombardía Pereira, una persona muy querida y muy conocida en la comarca fonsagradina, al formar parte de una de las familias de referencia del municipio, ya que su padre Víctor es el histórico jefe de Protección Civil. Una enfermedad se llevó por delante la vida este ingeniero de profesión y gran amante de la cultura tradicional gallega, como demostraba cada año cuando participaba con su gaita en la Foliada de A Fonsagrada.
Manuel Lombardía, Manel conocido para los amigos, fallecía en la noche del viernes en Lugo ciudad y ya fue incinerado en la mañana de este domingo en la intimidad familiar. Pero esta tarde de domingo, en Velatorios Lucenses, en la capital lucense, donde trabajaba como ingeniero, se celebró, a partir de las cuatro, un sentido homenaje de su familia y de sus amigos, donde se interpretaron piezas de música tradicional. Luego, la comitiva acudió al lugar de Barcias, en Baleira, donde se esparcieron las cenizas de Manel.
Manuel Lombardía Pereira deja mujer, Livia Barreiro, y tenía una hermana, Tamara, además de que sus padres Víctor y Ermitas son personas de gran cariño y respeto en A Fonsagrada. Su padre se despedía de su hijo en las redes sociales con un emotivo reconocimiento.
Sus compañeros del grupo Son de Lugh tuvieron un recuerdo para Manel en redes sociales: «En Son de Lugh estamos destrozados. Morreu o noso gran gaiteiro e mellor amigo, Manel. Descansa xa Manel. Ímoste botar de menos».
Los que conocieron y trataron a Manuel Lombardía destacan de él que era «unha persoa, que ademais de moi lista e preparada profesionalmente, era un rapaz auténtico, moi querido por todos». Por ejemplo, sus compañeros de estudios en Asturias venían en los últimos meses hasta Lugo para comer con él, acompañarle y animarle. También su amigos de Lugo estaban pendiente de él.
Por casualidades de la vida, Manuel Lombardía falleció unos días antes de que cumpliese los 47 años, y además, su velatorio coincidió con el 20 de enero, fecha que se había elegido para rendir un homenaje a su padre Víctor Lombardía, tantos años velando por la seguridad de los vecinos, visitantes y peregrinos de la comarca.