El trazado de una línea de alta tensión entre Baralla y Chantada afecta a 1.719 fincas de siete concellos de Lugo
BARALLA
Se trata de un proyecto de Enel Green Power para dar servicio a cinco parques eólicos. Plataformas vecinales de los municipios afectados reclaman trazados alternativos y menos invasivos
07 jun 2024 . Actualizado a las 18:50 h.Una línea de alta tensión de unos 77 kilómetros que quiere instalar la firma Enel Green Power, entre los concellos de Baralla y Chantada, atravesando los municipios de Becerreá, Láncara, Paradela, Sarria y O Saviñao, ocuparía hasta 1.719 parcelas de estos concellos. Esta línea daría servicio a cinco parques eólicos. La Xunta publicó en el DOG del 25 de abril el acuerdo por el que se somete a información pública de la solicitud de autorización administrativa previa para declarar como de utilidad pública la ejecución del proyecto, lo que también incluiría la declaración de impacto ambiental.
Enel Green Power solicitó el reconocimiento de la utilidad pública del proyecto para la evacuación conjunta de los parques eólicos de Chao do Marco, Serra do Furco, Serra do Colmo, Serra de Piñeira y A Pena. El presupuesto de ejecución material de esta larga línea de alta tensión es de 23 millones de euros.
Las características del proyecto
Se propone un primer tramo de línea aérea de alta tensión de 220 kv, de 3,1 kilómetros entre Chao do Marco y Serra do Furco. Tendrá 14 apoyos. Luego un segundo tramo de 2,9 kilómetros entre la Serra do Furco y la Serra do Colmo, con 13 apoyos. Un tercer tramo de línea de alta tensión discurre entre la Serra do Colmo y la Serra da Piñeira, con una longitud de 9,5 kilómetros, con 41.
El cuarto tramo son 38 kilómetros de línea aéreo-subterránea de alta tensión entre la Serra da Piñeira y la Serra das Penas, en Chantada. Dispondrá de 136 apoyos, distribuidos en varios subtramos. El quinto tramo será un segundo circuito aéreo en la línea existente de 220 kv que conecta la Serra das Penas con Chantada. Dispone de 74 apoyos. El sexto tramo es una línea de alta tensión, entre A Pena con la subestación de Serra das Penas. Son 4,9 kilómetros y 16 apoyos.
Y en Soilán, en Baralla, se prevé crear una subestación colectora, un edificio de control donde se alojarán los equipos auxiliares, de control, medida, protección, corriente continua, etcétera.
Bienes afectados
En la resolución que expone la Xunta en el DOG del 25 de abril se recoge la relación de 1.719 bienes que se verían afectados por este proyecto. Se trata de todo tipo de parcelas, unas de prados y otras de matorral y monte. Además, se detallan todos los propietarios de los bienes y el uso que tendría cada uno de ellos, ya que unas parcelas serán para dominio permanente y otras de ocupación temporal mientras se ejecutan los trabajos.
Oposición vecinal y de asociaciones
Desde que se tuvo conocimiento de este proyecto, su exposición al público y la cantidad de bienes afectados, se han creado plataformas vecinales en varios concellos para mostrar su oposición y buscar trazados alternativos. Ha sido el caso de Sarria, donde los vecinos fueron recibidos por el alcalde, quien les animó precisamente a reclamar trazados alternativos.
Lo mismo sucede en Baralla, donde este lunes 10, a la una de la tarde, se celebra un pleno extraordinario en el Concello donde se tratará la petición para modificar o crear alternativas a esta línea de alta tensión. El PSOE de Baralla presentó alegaciones al proyecto y recogió el malestar vecinal, ya que la línea de alta tensión pasaría cerca de algunas casas del municipio. Piden un acuerdo por unanimidad del Concello para reclamar trazados alternativos.
También se han creado peticiones en internet, como en Change.org, para detener el proyecto. «Esta petición nace de una preocupación compartida por muchos habitantes de nuestras zonas rurales. La propuesta para la Línea de Alta Tensión (LAT) Chao do Marco-Belesar pasa a poca distancia de nuestras viviendas, amenazando nuestra tranquilidad y seguridad», indican los promotores, que señalan que la línea afectaría a ecosistemas que albergan especies en peligro de extinción y una «tala indiscriminada de muchos árboles autóctonos centenarios, un patrimonio natural invaluable que debe ser protegido».
Los opositores afirman que «existen alternativas viables para minimizar este impacto», y por ellos proponen «aprovechar las infraestructuras existentes, soterrar las líneas o cambiar el trazado por lugares que ya cuenten con otras líneas».