Restos de construcciones muestran la ocupación prerromana en Viladonga

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

CASTRO DE REI

Carlos Castro

En el castro se ven cabañas y una muralla que indican la presencia de un poblamiento anterior

13 oct 2019 . Actualizado a las 21:15 h.

El castro de Viladonga (Castro de Rei) estuvo, como otros recintos de este tipo, habitado antes de la llegada de los romanos. Pero en estos momentos, además, el visitante puede observar restos de las primitivas construcciones que indican efectivamente esa ocupación anterior, que puede situarse en torno a los siglos II y I antes de Cristo.

Trabajos realizados hace años ya ofrecieron material prerromano -piezas de bronce y objetos de cerámica que se guardan en el museo contiguo al castro-; sin embargo, las tareas del año pasado, ahora a la vista de los que acuden al recinto, muestran restos de varias construcciones, situadas dentro de la croa. Los edificios tenían base de piedra, que se observa claramente en algunos pasos, y techo construido con elementos vegetales. Al lado de algunas, además, se ve un muro que las circunda y que también contiene elementos de la etapa prerromana.

Por otro lado, en el 2018 no solo aparecieron esos restos sino también un aljibe cuyo origen parece también anterior a la de la romanización, según explicó ayer la directora del Museo de Viladonga, Elena Varela. La función de la construcción, de unos cuatro metros de profundidad, está clara: servía para almacenar agua procedente de un manantial hoy seco. Al lado del aljibe, además, hay restos de otra cabaña que también indica la más que probable ocupación prerromana del conjunto castreño.

En las tareas del año pasado, también aparecieron restos de una calzada. Se trataba, afirma Varela, de un camino empedrado que discurría por el interior de la croa, avanzando hacia el norte del recinto cerca de donde apareció el aljibe, y cuya consolidación se prevé para la próxima campaña de trabajos.

Por otro lado, en las excavaciones del 2018 se hallaron restos de una muralla. La croa del castro, la parte más conocida y excavada, está rodeada de una cerca, y la que apareció el año pasado tenía seguramente, afirma la directora del Museo de Viladonga, varios torreones y formaba parte del sistema de control y defensa de la zona habitada del castro. En los últimos trabajos, precisamente, se encontró una escalera que debía de servir de acceso a alguna de las torres.

Las últimas excavaciones permitieron descubrir restos de otra cerca