Las de Castroverde, A Fonsagrada, Pol, Pedrafita, Ribas de Sil y Trabada, casi listas
08 ene 2018 . Actualizado a las 20:17 h.Seis residencias prevé abrir la Diputación a lo largo de este año. Dentro del proyecto -cuyos primeros pasos ya se dieron hace años, estando José Ramón Gómez Besteiro al frente del organismo provincial- , la de Castroverde está solo pendiente de autorización; las de A Fonsagrada y de Pol están a la espera de lograr la autorización necesaria, las de Trabada y de Pedrafita necesitan algunos trabajos finales antes de que concluyan las obras, y la de Ribas de Sil se encuentra en una fase menos avanzada. Serán las primeras que abran sus puertas dentro de este plan diseñado por la Diputación.
Como encargado de Suplusa, entidad que depende de la institución provincial y a la que se encomendó la gestión de esta iniciativa, Manuel Martínez, alcalde de Becerréa y diputado en el Pazo de San Marcos, explicó en días pasados que si se cumplían los plazos previstos, la de Castroverde sería la primera en conseguir todas las autorizaciones necesarias para la apertura. Incluso avanzó que se confiaba en lograr este año un gran desarrollo de las obras, aunque no para su conclusión, en las residencias de Navia de Suarna y de Meira, cuyos trabajos empezaron mucho después que las de las otras mencionadas.
Otra que también está en obras, pero en una fase más retrasada, es la de Becerreá, ya que los trabajos comenzaron más tarde. Esta residencia, además, presenta unas características algo diferentes a las otras. Su capacidad será de 120 plazas -distribuidas entre residencia, con habitaciones dobles e individuales, y centro de día- muy superior a la del resto. En las otras se prevé acoger a 20 residentes y a un número similar de personas como usuarias del centro de día.
Otro detalle que distingue la residencia de Becerreá de las otras es que su construcción ha sido promovida directamente por la Diputación, mientras que Suplusa, organismo que depende del ente provincial, asumió las obras de las restantes.
Los cálculos efectuados por Martínez apuntan a disponer en cada centro de una plantilla de unas 20 personas. La situación ya causó polémica en meses pasados, puesto que personas que habían superado pruebas de selección en el 2015 manifestaron que aún carecían de trabajo pese al tiempo transcurrido.
Otro asunto que deberá resolverse es el de las plazas concertadas con la Xunta en cada residencia, una cuestión que se está estudiando, como admitió Martínez. Para el diputado provincial, en las residencias pequeñas, categoría en la que solo queda excluida la de Becerreá, no debería de plantearse ningún problema en poder concertar el 50% de las plazas.
También está pendiente la gestión de los centros. La cuestión se decidirá en el pleno de la Diputación, que deberá resolver si los centros construidos por el organismo se encomiendan a una empresa privada o se mantienen en la esfera pública.
Está pendiente de tratar la posibilidad de concertar plazas en los centros asistenciales