Destapan una estructura de grandes dimensiones en un castro de Cervantes

La Voz LUGO

CERVANTES

La última campaña de prospecciones en este yacimiento revela la existencia de muros superpuestos en el lado sur del yacimiento

20 nov 2022 . Actualizado a las 18:42 h.

Las prospecciones arqueológicas de este otoño en el castro de Santa María de Cervantes han servido para destapar restos de muros superpuestos que parecen formar parte de una estructura de enormes dimensiones que cierra este yacimiento por el sur. Lo desveló ayer la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez, en una visita guiada a este castro, situado en el municipio de Cervantes, organizada para explicar públicamente el resultado de las actuaciones llevadas a cabo en las últimas semanas.

Fuentes de la Consellería de Cultura explican que en esta última campaña, los especialistas que han trabajado sobre el terreno localizaron «varios elementos murarios superpostos sobre un gran afloramento rochoso». Los responsables de las prospecciones piensan que esos muros forman parte de una enorme estructura de delimitación del recinto por su lado sur.

Tras su visita y después de oír las explicaciones de los expertos, la directora xeral de Patrimonio Cultura, apuntó que «estes novos achados reflicten a gran envergadura da obra de contención que se fixo durante a construción do castro de Santa María de Cervantes, o que permite aumentar o noso coñecemento sobre este conxunto e mellorar a súa conservación e posta en valor».

El conjunto arqueológico de Santa María de Cervantes fue declarado bien de interés cultural (BIC) por la Xunta en el 2019. Se trata de un poblado de origen minero originario de un período comprendido entre los siglos I y II de nuestra era. El conjunto está formado por el castro, por los restos de explotaciones mineras que hay en sus cercanías y por una iglesia y un cementerio construidos en lo alto del poblado en una época que no esta clara, pero que se remonta como mínimo al siglo XIV.

Las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora son útiles para conocer más sobre el período de transición de las culturas prerromanas al mundo romano en el ámbito de las explotaciones auríferas del río Navia y sus afluentes.

Las primeras excavaciones en el castro se llevaron a cabo en los años 90, pero desde que hace tres años fue declarado BIC, la Consellería de Cultura ha invertido 34.000 euros en la investigación y mantenimiento de este conjunto histórico.

Los trabajos efectuados en la campaña que acaba de terminar tuvieron un presupuesto de 17.800 euros e incluyeron, además del hallazgo de estos muros, la limpieza manual y la consolidación puntual de los restos arqueológicos destapados hace treinta años en una superficie aproximada de setecientos metros cuadrados, entre los que hay muros, pavimentos y otras estructuras. Además, en las últimas semanas se llevaron a cabo trabajos de limpieza de vegetación en los alrededores del yacimiento.