Desde ayer y hasta finales de septiembre las instalaciones permanecerán abiertas
31 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El camino ha sido largo, pero ahora ya se puede afirmar que Rábade tiene piscinas. Ayer se abrieron las instalaciones situadas por la parte de atrás de la Casa das Insuas, cerca del río Miño. Aunque, como comentó el alcalde, el independiente Francisco Fernández, no son las mejores fechas para abrir, pero lo han hecho cuándo los arreglos han finalizado.
Las obras de las piscinas de Rábade tienen historia. Comenzaron hace años con la compra de los terrenos, lo que ya supuso una dificultad. Para lograr que el propietario vendiese la finca el Ayuntamiento tuvo que comprar otra parcela en otro lugar y hacer con él una permuta. Posteriormente se iniciaron las labores de explotación y el cierre con fondos de las arcas municipales. Más tarde, llegaron las ayudas del Plan E del gobierno de Zapatero que sirvieron para iniciar la construcción de los vasos. De nuevo, el dinero del Concello sirvió para finalizar las piscinas propiamente dichas. Posteriormente, un obradoiro de empleo realizó la mitad de los vestuarios que fueron finalizados con una ayuda de la Diputación. Los últimos retoques también fueron pagados por el Concello. En total, el alcalde estima que el coste ronda los 450.000 euros.
En estos momentos una empresa externa se encarga de la gestión. En palabras del alcalde el objetivo es comprobar en estos primeros días deficiencias que los usuarios puedan encontrar. Con la pretensión de comenzar a funcionar en la nueva campaña con total normalidad.
Francisco Rodríguez admite que «xa cando eu era novo laiabamos por unhas piscinas». Los rabadenses tenían que usar el río o desplazarse a otros municipios como Cospeito para darse un baño. «Abrilas é o máis bonito, pero hoxe acórdome de Jorge, Geli e María, concelleiros que traballaron para realizar esta obra», concluyó el alcalde.
Desde la filas del PP señalaron que la apertura al final del verano «es una tomadura de pelo y solo por ego del alcalde».