Las ayudas para mejorar edificios, una manera de paliar la actual escasez de espacio para construir
27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En el pleno del día 11, la corporación de Guitiriz acordó estudiar la posibilidad de lograr que el barrio de O Vilariño, perteneciente a la parroquia de Os Vilares y conocido sobre todo por ser el lugar natal del poeta Xosé María Díaz Castro (1914-1990), lograse la declaración de Área de Rehabilitación Integral (ARI).
La propuesta estaba relacionada con una cuestión surgida hace años: la Asociación Cultural Xermolos persigue la reparación de la casa natal del poeta, que le legó Serafín Díaz Castro, hermano del autor de Nimbos. La falta de fondos ha sido hasta ahora un escollo, y la puesta en marcha de un plan de rehabilitación abriría la opción de lograr subvenciones; sin embargo, lograr esa declaración requiere una serie de requisitos. El Concello ha contactado con una empresa para que estudie si ese núcleo puede llegar a tener un ARI.
INICIO
La declaración se pide a la Xunta, que también puede actuar. Una declaración de ÁRI debe ser solicitada a la Xunta; pero el Instituto Galego da Vivenda e Solo puede tramitar de oficio una declaración si el espacio abarca más de un municipio y el interés arquitectónico, cultural o social lo aconseja. El objetivo debe ser la recuperación de edificios y de espacios públicos
VARIEDADES
Tres figuras distintas. Las áreas de rehabilitación integral son rurales, de conjuntos históricos y generales. Las primeras se declaran en municipios de menos de 5.000 habitantes de configuración rural y deben abarcar un mínimo de 20 viviendas. Es, por ejemplo, la que tiene el municipio de Sober -2.338 habitantes según datos del Instituto Galego de Estatística de 1 de enero del 2017-. Tomando como base ese organismo y esa fecha, en Guitiriz hay 5.512 vecinos.
Las segundas se desarrollan en lugares que abarquen un entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y con un plan especial de protección. Es el que hay en los conjuntos históricos de Santiago o de Lugo o en localidades más pequeñas -Viveiro, Betanzos o Noia, por ejemplo- .Por último, un área general es la que no pertenece a ninguno de esos dos apartados y debe contar con un ámbito de al menos 50 viviendas: es la declarada, por ejemplo, en el barrio de Vite (Santiago), en Monforte o en Marín. Una zona ARI puede ser ampliada con una resolución posterior.
VARIEDADES
Más de un plan por municipio o un plan repartido. Un plan de rehabilitación puede incluir un casco histórico y barrios de interés histórico: así ocurre en Mondoñedo, donde el área de rehabilitación abarca también Os Muíños y San Lázaro. También puede declararse un área para lugares de un concello donde ya hay otra: en Allariz, por ejemplo, la tiene el conjunto histórico, pero también las aldeas y lugares de Santa Mariña de Augas Santas.
APLICACIÓN
Varias zonas de interés. La arquitecta guitiricense María Ángeles Miraz subraya el valor de O Vilariño, no solo por la casa natal de Díaz Castro sino por el conjunto de variadas edificaciones que aún se conservan en ese barrio. Y admite que Parga -fundamentalmente la parte alta, cerca de la torre- y O Curro Vello, en la capital del municipio, también son lugares que se podrían favorecer con un plan de rehabilitación.
VENTAJA
Fondos públicos donde no abunda suelo para edificar. La concesión de un plan de rehabilitación no solo supondría la posibilidad de lograr ayudas públicas sino una alternativa. En estos momentos, explica Miraz, se dispone de poco suelo para edificar, al haber terreno condicionado al desarrollo de planes parciales. Así las cosas, agrega, la rehabilitación sería una perspectiva interesante.
CONSECUENCIA
Rápido interés. La posibilidad de lograr ayudas y las mejoras en las condiciones de habitabilidad parecen una mezcla poderosa para captar el interés de los vecinos. En Vilalba, única localidad de la comarca chairega con plan de rehabilitación, han sido frecuentes las listas de espera, con vecinos interesados en acceder a subvenciones.