No hay ningún tramo de autovía y sí vías interiores con siniestros graves
11 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El último informe del Real Automóvil Club de España, RACE, sobre la peligrosidad en las carreteras españolas, elaborado el pasado año, refleja un aumento de los tramos donde se han registrado accidentes graves y mortales entre los años 2011 y 2013. En los dos anteriores estudios al del 2014, el RACE solo destacaba la elevada peligrosidad de la N-640 entre el casco urbano de A Pontenova y San Tirso de Abres, llegando a catalogarlo como uno de los trazados más siniestros de España.
El RACE en su informe valora el número de accidentes o de víctimas en función del índice medio del tránsito de vehículos por la vía en cuestión. Por eso, es llamativo como la N-540, entre Lugo y Guntín, registró hasta seis fallecidos y nueve heridos graves, pero ocupa el puesto 94 de las vías nacionales de riesgo medio-alto. Se debe a que se trata de una carretera con más de diez mil vehículos diarios de circulación, mientras que la citada carretera de Asturias apenas supera los 2.000 vehículos.
Otra de las conclusiones del estudio del RACE en Lugo es que no se ve reflejado ningún tramo de las autovías que hay en la provincia. Los trazados peligrosos son las nacionales interiores, como la N-120 que atraviesa el sur, la carretera de Lugo a Santiago (en este caso, los tramos de la provincia de A Coruña vienen reflejados como de riesgo muy alto), o la que une Lugo con Ourense o la vieja de Asturias y hacia A Mariña.
Destaca que mientras este tipo de vías registran accidentes con consecuencias graves, la instalación de los radares en la provincia se circunscribe a la A-6, la A-8 y la N-VI, zonas que no aparecen en el informe del RACE. El control de velocidad incide en el bajo nivel de accidentes graves, pero también el factor de la seguridad y la mejor conservación de las autovías ayuda a que los siniestros no sean tan significativos como en las carreteras convencionales.