Enrique Vázquez (Lugo, 1951) es propietario de la tradicional Cerrajería Sequeiros, ubicada en la Rúa Nova y con miras de ampliar su negocio.
-¿Quiénes son sus clientes?
-En cuchillería todo el mundo y en cerrajería aquellos que se han encontrado a veces en apuros además de las comunidades en las que hacemos «amaestramientos». Se trata de hacer llaves computarizadas que abren solo un piso y los espacios comunes en un inmueble.
-¿Recuerda alguna anécdota pintoresca en tantos años de trabajo?
-Cuando tuvimos que abrir el sagrario donde estaba expuesto el Santísimo y teníamos las miradas de los demás clavadas en nuestras espaldas como si fuéramos profanadores.
-¿Cuánto puede costar quedarnos fuera de casa ?
-Habitualmente cobramos 35 euros pero en horario nocturno o fin de semana es un cincuenta por ciento más.
-A veces parece que se cubren al abrir una puerta, ¿se trata de un secreto profesional celosamente guardado?
-Somos cerrajeros con muchas horas de vuelo que hacemos cursillos no solo en España. Ahora me voy a Varsovia a hacer un curso de chips de los coches y no puedes dar muchas pistas porque no sabes quién está contigo. Aunque Lugo es una ciudad pequeña, tenemos alguna argucia para averiguar si es el propietario quien pide abrir la puerta.