La de ayer fue una jornada de «zoupadas» en O Cebreiro. La nieve que quedaba, después de las nevadas de hace una semana, convirtió los caminos y prados en auténticas pistas de patinaje. Las caídas fueron múltiples, pero casi todos las acogieron con buen humor. Los niños, como se esperaba, disfrutaron plenamente de la nieve con todo tipo de artilugios. En el momento de la comida, los locales de hostelería registraron una buena ocupación. A la hora de la salida no hubo grandes atascos, como sucedió en los últimos días. Mientras tanto, San Vicente llevó la fiesta a Rábade, donde manda Quico Fernández. Es la primera que se celebra en este año en la comarca chairega y en los alrededores de Lugo. Y es que el santo es muy madrugador. Fue festejado con música de orquesta y de banda, con actos religiosos y hasta con mejillones en los bares de la localidad.