Veinticinco años sin Gran Teatro: el día de la gran derrota cultural de Lugo
LUGO CIUDAD
El histórico coliseo cultural lucense se hubiese salvado por poco más de lo que costó amueblar el auditorio, que aún no funciona
14 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Atrapado por el pasado. Ese fue la última película que se exhibió en la gran pantalla del Gran Teatro hace ahora poco más 25 años (el 20 de marzo de 1994). Dos años más tarde, en el mes de abril, la piqueta comenzó devorar el singular edificio, cuya desaparición lamenta ahora casi toda la ciudadanía.
El título de la cinta de Brian de Palma fue como una premonición. Esa noche, víspera de la llegada de la primavera, la ciudad lucense sufrió una de las derrotas culturales más graves de su historia reciente. Perdió una gran sala en pleno casco histórico, y la ciudad quedó atrapada por ese momento del pasado.
Un cuarto de siglo después, Lugo no tiene ni el emblemático edificio del Gran Teatro, ni tampoco auditorio operativo. Los actos culturales más concurridos siguen celebrándose en la vieja nave donde se almacenaban los becerros y vacas antes de que entraran en los corredores de la muerte del matadero de Frigsa.
Representantes de colectivos culturales y algunos historiadores creen que lo gastado en adaptar la nave de Frigsa, dotarla de sillas, preparar el escenario y los 2,1 millones invertidos en equipar el nuevo auditorio de Magoi sería más que suficiente para negociar la compra del histórico inmueble y, posiblemente, restaurarlo. Los veinte millones que costó hacer el grande auditorio, que aún no tiene fecha para su estreno, darían para levantar otro de menos tamaño y para su amueblamiento.
La propiedad del solar y del edificio vendió el conjunto tras años de luchas judiciales, y en él se estrenó como constructor José Antonio Díaz, nacido en Becerreá y que inició su vida laboral vendiendo enciclopedias de Planeta, grupo del que llegó a ser director general en 1988. A finales de 1997 comenzó a levantar el inmueble de tres alturas y tres portales. Fue el primer edificio antisísmico de Lugo, y los pisos los vendió con rapidez pese a que por entonces eran los más caros de la ciudad, según recuerdan algunos gestores. Hoy está a la venta un dúplex de 260 metros cuadrados por 560.000 €. También hay bajos disponibles.