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Los pisos de estudiantes que quedan en Lugo: de una habitación y por 500 euros

Lucía Blanco / M. C. LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Las agencias afirman que la disponibilidad de inmuebles es muy reducida en la ciudad.
Las agencias afirman que la disponibilidad de inmuebles es muy reducida en la ciudad. ALBERTO LÓPEZ

Las inmobiliarias aseguran que los escasos alojamientos no cubren la demanda

28 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Septiembre y el final del verano suponen la vuelta a la rutina y, por ello, la vuelta al entorno académico. Pero a muchos universitarios se les está complicando el inicio de curso pues se enfrentan a una tarea bastante difícil o, incluso, prácticamente imposible: encontrar un piso para alquilar en Lugo. Y es que desde el sector aseguran que casi no quedan inmuebles disponibles.

El problema principal al que se enfrentan las inmobiliarias es que la oferta de viviendas destinadas a universitarios ha menguado notablemente, por lo que muchas de ellas ya han arrendado todo lo que tenían hasta el momento. Es el caso de la Inmobiliaria Norte o de la Atlas donde ya no tienen ninguna habitación en alquiler. En la misma situación se encuentra Fincas Lugo que, de los siete inmuebles que tenían destinados para los estudiantes, tampoco les quedan ninguno. Señalan que «como hai moita demanda e pouca oferta os donos prefiren un aluguer de máis duración, durante dous ou tres anos». Esto se suma a que muchos jóvenes no cambian y permanecen durante todo el grado en el mismo inmueble, por lo que la bolsa de viviendas se reduce.

La mayoría comparte

En Fincas Lugo, un inmueble de dos habitaciones cuesta de media unos 450 euros. Por lo que, en la mayoría de casos, los estudiantes optan por compartir «para que lles baixe o prezo». Esta situación cambió en los últimos meses debido a la pandemia, ya que notaron que algunos padres se volvieron reacios a esta práctica por lo que «buscaban algo pequeno e mesmo o curso pasado algúns ían e viñan todos os días para evitar compartir». Aunque no ocurre en todas las agencias, en esta compañía también intentan mantener las cláusulas covid para que, en el caso de producirse otro confinamiento, se pudieran hacer «modificacións no prezo».

En cuanto a las características, «hai estudantes que priman o prezo pero tamén o tamaño e as comodidades», destacan. Y es que el precio de los alquileres dificulta a los universitarios encontrar un inmueble acorde a su bolsillo. Fue el caso de Silvia, una estudiante de segundo de Veterinaria, que comenzó la búsqueda de alojamiento a principios de junio, pero no fue hasta agosto cuando logró reservar, en su caso, un inmueble de tres habitaciones para compartir. Cuenta que durante el mes de junio los pisos «non eran tan caros, pero despois por menos de 530 ou incluso máis non atopabas ningún». Esta dificultad se añade al rechazo de muchos propietarios hacia este colectivo, algo que Silvia tuvo que sufrir ya que afirma que «piso que chamaba, piso que non quería estudantes».

La ubicación es clave

Además del precio, la ubicación es otro de los condicionantes que hace que se decanten por un alojamiento u otro. Las zonas cercanas al campus, Augas Férreas y la rúa San Roque son las más demandadas, algo que confirman en la Inmobiliaria Predio donde también notaron que se incrementó la demanda entre «aqueles estudantes que queren vivir sós». A su vez, este curso «houbo pouco movemento dos rapaces que estaban desde o ano pasado», señala Susana, por lo que a estas alturas solo tienen sin reservar un inmueble de una habitación por unos 500 euros. Los alojamientos de la inmobiliaria Casa Ideal comparten la misma media de precio, que sube un poco cada año, pero que para este curso se sitúa en los 500 euros. Mónica cuenta que en la agencia tienen una disponibilidad de dos o tres pisos por semana, aunque en estos momentos tampoco les queda ninguno. «El mercado en Lugo está carente de productos, hay mucha más oferta que demanda», señala, por lo que muchos continúan en lista de espera.

«Algúns universitarios empezan xa a buscar no mes de marzo ou abril»

Aunque las inmobiliarias aseguran que las semanas más frenéticas son durante los meses de julio y agosto, que es cuando se concentra principalmente la demanda y cuando deben atender una avalancha de llamadas, hay estudiantes que no se la juegan y prefieren comenzar antes. En la Gestoría Inmobiliaria Predio reconocen que «algúns universitarios empezan xa a buscar no mes de marzo ou abril».

Los veteranos son los más conscientes de la dificultad que supone encontrar un inmueble por un precio razonable y bien ubicado, por lo que empiezan a visitar pisos antes. Así lo hizo Sarah, una canaria estudiante de tercero del grado de Robótica en la USC de Lugo, que se refiere a la búsqueda de piso en la capital provincial como «un proceso muy tedioso». En su caso, empezaron a buscar en junio y estuvieron mirando «durante dos o tres semanas tanto por la mañana como por la noche». Las preferencias también dificultaban la tarea ya que al ser tres inquilinos querían «un espacio amplio en el que estar todos juntos, por lo que muchas opciones ya no nos valían».

Más difícil para los erasmus

En cuanto a los estudiantes erasmus, la situación sanitaria también frenó el alquiler entre los universitarios extranjeros. Mónica de la inmobiliaria Casa Ideal asegura que, a pesar de tener demanda para este curso, recuerda «triplicarla» en años anteriores. En esta línea, desde la compañía Fincas Lugo sostienen que «os erasmus téñeno bastante cru cando veñen alugar a Lugo». El motivo, que los dueños de los inmuebles prefieren contratos de mayor duración.