La norma para abrir pisos en bajos comerciales será difícil de aplicar en Lugo

LUGO CIUDAD

El Concello aplaude la decisión de la Xunta, los comerciantes se oponen y el sector inmobiliario lo ve inútil por problemas técnicos y por los costes
09 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El decreto de la Xunta que modifica las normas de habitabilidad del 2010 y que permitirá que los bajos comerciales y entreplantas se puedan convertir en pisos tiene complicado encaje en Lugo ciudad. Aun así, diferentes sectores creen que es un paso y una oportunidad para que algunos propietarios se animen, pero que no resolverá ni el problema de la vivienda ni el del comercio local. Además, queda aún bastante normativa específica por desarrollar. Estas son las posturas iniciales ante el anuncio.
concello de lugo
Buena noticia, pero expectantes. La concejala de Urbanismo, Paula Alvarellos, señaló ante el anuncio de la Xunta: «Recibimos este cambio normativo de forma positiva, pero con la máxima cautela hasta que los técnicos municipales puedan examinar el decreto con más detenimiento».
Indicó que llevaban tiempo pidiendo a la Xunta esta opción, y que ellos ya lo tenían pensado incluir en la modificación simplificada del PXOM y del PEPRI para favorecer el uso de la vivienda en planta baja. Alvarellos dijo que la aprobación de la Xunta «evita que tengamos que hacer esas modificaciones puntuales ya previstas, ahorrando las fases más farragosas del proceso. Esperamos que con el anexo anunciado se puedan eliminar todos los obstáculos que hasta ahora impedían el uso de lo bajos como viviendas».
arquitectos
Imposible en una ciudad como Lugo. Un veterano arquitecto de la ciudad explica que la norma aprobada por la Xunta no va a solucionar el problema que se quiere resolver en una ciudad como Lugo. Explica que, por ejemplo, en el decreto se señala que las ventanas exteriores deberán estar a un mínimo de 1,80 metros del pavimento. «Si no se reduce esa altura, los bajos habría que subirlos respecto a la calle, con lo que se reduciría la altura del interior».
Y sobre el problema de retranquear la fachada del edificio un metro, explica este arquitecto que el Concello no permite hacerlo porque hay que mantenerla en la alineación de la calle.
inmobiliarias
Muy poca rentabilidad por los costes. Otro veterano del mercado inmobiliario de la ciudad, Balbino Trigo, considera que la medida va a tener poco recorrido en una ciudad como Lugo y que solo abre la opción a algunos casos puntuales. «Temos que pensar que a maioría dos baixos que hai en Lugo son vellos, polo que para adaptalos a unha vivenda, o propietario ten que facer un gasto, que a día de hoxe, cos custes dos materiais, fai pouco rendible a inversión». Trigo cree que la opción de convertir bajos en pisos sería buena para perfiles de personas mayores o jóvenes en alquiler, pero considera que el coste de los materiales y, de momento, la burocracia en la concesión de licencias, no animaría a los dueños de los bajos a convertirlos en pisos, prefiriendo de momento dejarlos en la cartera de venta o alquiler. Trigo dice que si esta propuesta va asociada a ayudas públicas, sí podría ser interesante el cambio de uso de los locales.
Además, en el caso de Lugo, explica que hay numerosos bajos en el centro sin usar pero que por sus dimensiones o por no tener varios accesos, son inviables para convertirlos en viviendas.
comerciantes
Se oponen. La Federación Galega Comercio acoge la norma con cautela. «Estaremos vigilantes para que estas medidas no colisionen ni perjudiquen al comercio. Los cascos históricos, zonas eminentemente comerciales, dotacionales y saturadas, consideramos que no son lugar en el que este tipo de medidas puedan llegar a implantarse, tal como le hemos trasladado a la Xunta».
Indican que la falta de uso de locales se debe «a la degradación de las zonas comerciales y su entorno; achacable a las distintas Administraciones y a la precariedad del planeamiento urbano». Y además, indican que «una vez que un local comercial es reconvertido a vivienda no hay marcha atrás». En este sentido, los comerciantes piden «que se priorice el uso comercial natural de estos locales sobre otros usos alternativos que alteran el equilibrio y la paridad de nuestros modelos de ciudad».