Tomó el relevo de Lara Méndez en un pleno en el que recibió los 13 votos a favor del PSOE y del BNG, mientras que la candidata del PP, Elena Candia, obtuvo 12 votos
18 ene 2024 . Actualizado a las 19:08 h.Paula Alvarellos Fondo (Ponteceso, 1963), es desde este jueves nueva alcaldesa de Lugo, la segunda mujer en la historia del municipio. Seis días después de que Lara Méndez oficializase su renuncia al cargo para concurrir en las elecciones autonómicas de la mano de Besteiro, la hasta abogada y concejala de Urbanismo ha tomado el relevo en un pleno extraordinario en el que recibió el bastón de mando de manos su predecesora, una Lara Méndez emocionada.
Con la decisión anunciada desde el pasado fin de semana, la expectación se ceñía sobre todo a las formas, ya que su compañero Miguel Fernández, que había ido de número dos en la lista, tardó cinco días en franquearle el paso hacia la alcaldía a Alvarellos. Perdió el bastón de mando pero ganó el área de Vías e Obras de la Deputación de Lugo.

En un acto sobrio y en un salón de actos repleto, con autoridades, como el presidente de la Diputación, José Tomé, el secretario municipal leyó el acta del pleno y dio cuenta de la renuncia como candidato a la Alcaldía del número 2 de la lista del PSOE, Miguel Fernández, con fecha del pasado miércoles.
A continuación Rubén Arroxo leyó los nombres de Elena Candia, del PP, de Paula Alvarellos, del PSOE, y de Maite Ferreiro, del BNG, para que comunicasen si aceptaban ser candidatas a la Alcaldía. La nacionalista renunció, mientras que Candia y Alvarellos se pronunciaron que sí. A partir de ese momento, el secretario fue llamando a los 25 concejales para que emitiesen el voto en una urna. Con el recuento, Alvarellos salió elegida alcaldesa con 13 votos a favor del PSOE y BNG, mientras que la popular Elena Candia obtuvo 12 votos.

Paula Alvarellos prometió su cargo ante un ejemplar de la Constitución. Recibió el bastón de mando de manos de Lara Méndez, que fue alcaldesa de Lugo desde junio del 2015, al renunciar José López Orozco. Paula Alvarellos, que recibió un largo abrazo de Lara Méndez, tomó la palabra para ofrecer su primer discurso ya como alcaldesa.
Arrancó señalando que «sinto unha enorme gratitude a todos, ao partido, non resultou sinxelo. Eses pequenos desencontros diluiranse no tempo. Graza Miguel pola túa xenerosidade. Grazas Lara, ata polas reprimendas, grazas polos momentos difíciles. A túa sombra, Lara, axudarame». También agradeció a sus socios de gobierno del BNG por su «discreción» y colaboración
Alvarellos también dio las gracias a la familia, a su marido que fue el que le presentó esta ciudad de la que ahora es alcaldesa, y a su hija: «Espero non defraudarte.como alcaldesa se non o fixen como nai».
«Quero facer política con maísculas»
Alvarellos aprovechó su primer discurso para reclamar las necesidades que tiene Lugo e hizo una defensa de los valores democráticos. «Todas as miñas accións serán impulsadas pola razón, pola cooperación, nunca me moverei por caprichos e intereses ilexítimos. A politica serve para construír e mellorar a convivencia entre todos nós. O que se aparte deste discurso caerá no antagonismo da política, que é a crispación. Eu quero facer política con maísculas».
Alvarellos explicó que pretende crear un concello más ágil, «simplificando o seu funcionamento para a mellora coa ciudadanía, e con politicas sociais e a favor do estado de benestar, un compromiso claro do PSOE». Y sobre el futuro dijo que se atenderá «ao urxentee e o importante, xestionando as estratexias xa en macha e cos obxectivos que se marcan na Axenda 2030».

Deudas históricas
La nueva alcaldesa dijo que luchará porque se cumplan las deudas históricas con la ciudad, señalando que no renunciará a mejorar las infraestructuras ferroviarias y por carretera, la demanda de vivienda protegida, las mejoras en las prestaciones sanitarias y educativas, las políticas que fijen población en el rural y la creación del museo de la romanización en el cuartel de San Fernando.

Los primeros minutos de Alvarellos como alcaldesa ya contaron con vecinos reivindicativos. Un grupo de lucenses de O Castiñeiro acudió al pleno con carteles pidiendo soluciones para el barrio e incluso ya su dimisión. No pudieron entrar al salón por falta de espacio pero se mantuvieron firmes con sus pancartas de protesta en la entrada de la casa consistorial, sin que hubiera ningún altercado.