Se mete un gato en el capó de un coche en Lugo, acude la policía y se lo acaba quedando

Paula Álvarez García
P. ÁLVAREZ LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Óscar Cela

Alice Juliet y María Ángeles, que trabajan en el restaurante Fonte do Rei II, vivieron momentos de tensión mientras el gato no dejaba verse porque no podían mover el coche. Según lo cogió en la mano, la primera decidió que se lo quedaba

09 oct 2024 . Actualizado a las 10:46 h.

Lo que se vivió este lunes al mediodía en Lugo, en el restaurante Fonte do Rei II, fue de película. Todo transcurría con normalidad hasta que un viandante avisó a la cocinera del restaurante de que la policía estaba vigilando su coche. «Pensé que me iban a multar», dice. Pero no, no era ese el objetivo. El caso era que un gato se había metido dentro del capó del coche y no parecía tener ganas de salir. Bromeaba Eduardo, el propietario del restaurante, con que «o gato veu comer churrasco polo San Froilán á Fonte do Rei».

«Me dijeron que no podía mover el coche hasta que saliese y que, si no lo hacía, llamarían a los bomberos», cuenta María Ángeles, la propietaria del vehículo, que a primera hora de la tarde seguía con la emoción en el cuerpo. Ella y su compañera Alice Juliet, intentaron sacar al animal dándole comida, pero salió y se volvió a meter dentro sin opción de cogerlo. La tensión se palpaba en el restaurante porque «pasaban las horas y nada, ya pensé que tenía que quedarme aquí», indica la cocinera. 

Alice ya tiene en casa otros dos gatos
Alice ya tiene en casa otros dos gatos Óscar Cela

Un rato después, probaron a abrir el capó y ahí estaba el gato, esperando unos brazos que lo cogiesen, no Solo en ese momento, sino para siempre. Entre María Ángeles y Alice lograron agarrarlo, aunque no fue fácil: «Pensamos que se nos escapaba otra vez». Finalmente consiguieron hacerse con él y, según lo cogió en brazos, Alice supo que tenía que quedárselo.Cuenta ilusionada que «justo ayer pensaba en hacerme con otro gato y este vino a buscarme al trabajo». 

María Ángeles, que también es apasionada por los animales, explica que de no quedárselo Alice, lo habría adoptado ella. «Pero tranquila, yo soy la mamá y tú la madrina», le dice su compañera entre risas. Las dos pasaron una jornada de trabajo bien agitada a la espera de que el gato se dignase a salir del capó del coche, pero no faltaron las risas y la emoción, especialmente al conocerse que el animal salió sano y salvo. 

Otro más para la familia

Alice, que lleva 25 años en Lugo, está enamorada de los animales. Cuenta que tiene otros dos gatos, Locky y Kitte. Uno de ellos lo rescató también la policía en un contenedor en el restaurante Fonte do Rei I y la camarera no dudó en quedárselo. Dice que «se llevan muy bien y van a tener un hermano más».

La camarera aún no sabe qué nombre le pondrá al nuevo miembro de la familia, que por el momento está en la protectora. La policía se lo llevó por protocolo para desparasitarlo y gestionar los trámites. «Mi hijo me dice 'mamá, estás loca', pero me da igual», concluye Alice, más que feliz ante la nueva incorporación a su grupo de mascotas.